INSANE || n.h.

«Mistake.»

C a p í t u l o 1 7

«Mistake.»

-No... ¡No puedes ser tú, no! -grité dándo unos pasos atrás, hasta toparme con el cuerpo de Niall. Él mira confundido al moreno frente a nosotros.

-¿Qué pasa? ¿Acaso no me extrañabas? -dijo cruzandose de brazos con una sonrisa burlezca.

-Deja de decir estupideces, imbécil -dije soltándo las palabras con rabia. Mi ceño está fruncido, él rió amargamente.

-Vaya, sigues siendo la misma -comentó clavando sus ojos negros en mi mirada azulada. Miró atrás de mí y una sonrisa salió en su rostro- ¿Quién es él? No me digas que mi gatita favorita ya olvidó a su querido Chris...

-¡No metas a él en esto! Y no, él no es mi novio -susurré aún mirándolo con fastidio, ira y rabia.

-Así que Chris sigue ocupando tu corazón -dijo haciendo ojos soñadores y soltó una enorme carcajada, haciendome rabiar.

-Tú no sabes nada -escupí con furia acercandome a él. Puso sus manos frente a él.

-Eh, tranquila Emmy -dijo con sonido de burla y una estúpida carcajada salió de su garganta.

-Vámonos Niall -susurré tomándolo de la muñeca, él asintió mirándo confundido a Travis.

-Adiós gatita, cuida tu pellejo -susurró en mi oído. Un escalofrío recorrió mi espalda, haciéndome temblar y a él soltar una ronca risa cerca de mi cuello.

Entré a mi habitación y me tiré boca abajo en la cama, minutos después escuché como alguien entra y se sienta en la orilla de la cama. Sentí una mano acariciar mi espalda y un aliento en mi cuello.

-¿Quieres contarme, cariño? -preguntó la voz que de sólo escuchar ya me tranquiliza, en un susurro.

-Él, volvió. ¡Chris, él volvió! -dije de un sopetón, con una mueca de pánico en mi rostro. Chris se sorprendió y me abrazó por algunos minutos- Gracias, necesitaba ese abrazo.

-¿Te apetece ir conmigo? -preguntó y asentí con mi cabeza, secando debajo de mis ojos las pequeñas lágrimas que se escaparon.

Apagó el coche y nos quedamos en silencio, puso una mano en mi rodilla y dio unas pequeñas caricias en ella. Miré su mano y luego sus ojos verdes.

-Tengo miedo, Chris -susurré con la mirada en nuestras manos entrelazadas.

-Tranquila, pequeña. Todo va a estar bien -dijo ahuecando mi mejilla con su mano, me besó los labios lentamente de forma tranquilizadora-. Vamos, hay cosas que debes contarme -susurró separándose de mí, para después bajar del coche. Lo seguí.

Al entrar a su departamento fui caminando a pasos lentos a su habitación, con él pisándome los talones. Me senté en la orilla de la cama y él trajo una camiseta suya para que me vista, lo hice.

-Ahora, ¿Qué fue lo que pasó? -preguntó sentandose frente a mí, con los codos en sus rodillas, sus manos entrelazadas y los hombros encogidos, suspiré.

-Ya no quiero seguir recordando estas cosas, atacan mi cabeza todos los días -susurré apretando los párpados fuertemente por un segundo. Él tomó mi mano y acarició mis nudillos.

-Está bien -dijo negando con la cabeza mientras se levanta de la cama-. Me iré a duchar, ahora vuelvo, ¿sí? Trata de descansar.

Besó mi frente y con su pijama en mano entró al baño. Cerré mis ojos y una imagen de mis padres felices, me hizo sonreír.