Dulce Tentación -Starco-

Capítulo 10

Ambos chicos  se sobresaltaron, Marco ayudó a bajar a Star del escritorio y Star abrochó los dos botones.

—¿Mande Mamá? -Cuestionó Marco con un lápiz en mano y Star a su lado.

—¿Qué hacen? -Cuestionó, ambos se encontraban rojos.

—Le enseño a Star como resolver la tarea, pero se le dificulta es algo difícil. pero sí... ya la viste aquí está Star ¿Para que la necesitas? -cuestionó sonando lo más tranquilo posible.

—Oh, iba a despertarla y avisarle que bajara a desayunar pero ya que están juntos me ayudan en algo, bajen ya -Dijo sonriendo, para después cerrar la puerta.

—Oh cielos... por poco -suspiró pesadamente, como si no hubiera respirado por varios segundos.

—Si, por poco. Deberemos prevenir para la próxima, cerrar la puerta tal vez.

Después de unos segundos de silencio los dos amigos rieron tímidamente, si no hubiera hablado la señora Diaz y hubiese entrado nada más así ambos chicos estarían en serios problemas.

Bajaron a desayunar y siguieron aquel domingo normal. Al anochecer colocaron lo que necesitaban al día siguiente para ir a la escuela.

Al día siguiente.

La pareja Starco no había tenido contacto en todo el día en la escuela y Star necesitaba del contacto de su amigo pero no estaba, estaba con ella.

—Star

—¿Mande? -Cuestionó volteando, ya reconocía esa voz.

—¿Podríamos hablar? -cuestionó Enrique mientras sonreía, era un chico alto, más o menos de la altura de Marco, con ojos Café oscuro y el cabello negro quebrado.

—Mhm... ¿De qué?

Suspiró —¿Podemos caminar?

—Bueno... -respondió y caminó junto a el.

[***]

—¿Sabes algo Marco? Me encanta estar junto a ti.

—Igual a mi Mauline, amo estar contigo -Respondió sonriendo y mirando hacia la dirección de su novia encontrando a lo lejos a su rubia amiga y... Enrique —Ese imbécil -Murmuró.

—¿Qué dices? -preguntó mirándolo.

—¿Eh?, oh, nada nada, sigamos caminado ¿si? -dijo y caminó junto a Mauline con una expresión algo seria.

[***]

—Star, mi bella Star. Lamento demasiado incomodarte y enserio no puedo evitar dejar de molestarte pero enserio quiero que me perdones, se que te hice daño hace unos años y enserio no sabes cuanto lamento haber cometido ese error yo solo te pido otra oportunidad, prometo no ser igual, evitar nuevamente los problemas que ocasionaron nuestra ruptura, solo quiero demostrarte que te amo, que cambié por ti... ¿Qué dices?

—Yo... Enrique es que no puedo, te di tantas oportunidades y las tiraste a la basura, no puedo, perdón.

—Entiendo, Te gusta Marco ¿No es así?

—¿QUÉ? por supuesto que no el es mi mejor amigo y el... el tiene a Mauline.

—No puedes mentirme, es muy notorio ¿Sabes? te puedo ayudar.

—¿De que hablas?

—Ya sabes Star, podríamos darle celos, lo haría solo por ti y claro, si tu aceptas.

—¿C-celos? no lo sé yo...

Fue interrumpida, ya que Marco empujó levemente a Enrique mientras pasaba con Mauline para después dar un beso en su mejilla ya que quería mostrarle a su amiga que no le importaba que ella estuviera con Enrique.

—Acepto -soltó molesta.

—Y según tu, no te gusta -ríe —Bien, cada que tenga la oportunidad y estemos cerca de el tendrás que seguirme la corriente.

—Bien, pero nada de besos ¿Bien?

—Me parece perfecto -sonríe.

Enrique estaba enamorado de Star y con tal de pasar tiempo con ella y arruinarle el día a aquel chico castaño que podía tener el amor de la chica y no se daba cuenta.

Enrique aparentaba haber cambiado y lo hacia perfectamente bien, pero el está completamente obsesionado con la rubia.

Y así, el pelinegro cumplió, al terminar receso y tener que entrar nuevamente a clases Enrique acompañó a Star hasta dentro, abrazándola de la cadera, pasando justo enfrente de aquella pareja.

"perfecto" pensó Star.

Terminaron las clases y Star estaba satisfecha con lo que había hecho Enrique, sin duda le daria a Marco una probada de su propio chocolate.