capítulo 48

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Despertó recostada hacia la izquierda, tapada con una sabana delgada color café. Se paró de golpe, llegando a su mente recuerdos borrosos de lo ocurrido, tapándose trató de ir al baño rápidamente, la puerta abierta ayudó, sus ojos llorosos le impedían ver pero como pudo llegó a la ducha. cerró mirando unos segundos esa puerta y después soltó aquella sabana abriendo la regadera, acomodando el agua como le gustaba. se quedó llorando en todo ese proceso, notando marcas rojizas en sus muñecas y unos cuantos chupetones en su cuerpo, le dolía todo eso, tanto físicamente como mentalmente. Lavó su cuerpo con despreció y asco, lavandolo desesperadamente dejándose rojo.

terminando se secó con su propia ropa, antes de salir corriendo tomó su vestido roto y con el se secó, sin ropa tuvo que colocarse la sabana, abriendo la puerta se encontró recargado al pelinegro acorralandola.

-Veo que te aseaste ¿Te gustó? -cuestionó sonriendo sin obtener respuesta -Veo que no me has oído ¿Te gustó? -nuevamente sin respuesta -Mira, me sentí mal por lo de hace rato, te habia forzado y me sentí un idiota así que te iba compensar, te compre ropa pero estas siendo muy grosera y lo siento, pero he encontrado tu forma de castigo -sonríe -Tu castigo para mi será la gloria.

-Dejame -Respondío llorando.

-Camina -Jaló haciendo caso omiso de lo que había oído -Mira, están en todas esas bolsas, compré de todo ¿Te gustan? -Cuestionó mostrando un par de prendas pero Star solo desvío la mirada con tristeza -Star... te tengo una noticia -sonríe -Ayer me encantó todo y cuando te solté te tome varias fotos y...

-No... No es lo que creo ¿o si Enrique? ¡maldita sea! ¡no lo hiciste, cierto!

-Lo hice -sonrió lamiéndo su labio inferior -Pero tranquila, no las a visto, cuando lo haga te aviso.

-¡Borralas, ahora! Por favor, prometo obedecer, pero borralas.

-¿Lo prometes?

-Lo... lo prometo -responde cabizbaja.

-Bueno, un trato es un trato, prometo cumplirlo amor -Respondió sonriendo sacando su celular.

-¿Y-ya la has borrado?

-Ya -sonríe guardándolo nuevamente. Pero la verdad era que la promesa no la habia cumplido, no habia borrado ni una sola imagen enviada a Marco.

-Star... verás mi amor, tenemos varios meses de relación y somos casi adultos ¿te parece si damos el paso? ya sabes, casarnos, formar una familia.

-NO, NO ENRIQUE, ESTÁS LOCO, COMPLETAMENTE LOCO.

-¡Cállate! El que manda aquí soy yo -Dice caminando a la salida -Nuestra boda será aquí, este fin de semana ¿Ansiosa de que faltan solo cuatro días? -Sonríe, cerrando aquella puerta.

-¿Cuatro días? -Repite mirando a la puerta, se odiaba a si misma, si no le hubiera pedido ayuda a Enrique, si no hubiera confiado en el nuevamente. colocó sus rodillas cerca de su pecho, escondiéndo su cabeza entre ese hueco de rodilla y pecho, llorando por todo -Marco... -Susurró.

[...]

-¿Pido que no hagan ruido, acabo de dormir a Nicole? -Dijo a los adultos, sin mirarles a los ojos, ni siquiera mirar a alguno de ellos, solo miraba perdido, a cualquier lugar mientras su cabeza trataba de asimilar todo, de imaginar o al menos obtener una pista -Ire a mi habitación, bajaré en... en unos minutos ¿Bien?

Subió por esas escaleras, sin esperar respuestas simplemente subió. se recostó boca arriba en su cama. giró levemente su cabeza a la izquierda mirando en la mesita de noche su teléfono, lo miró por varios segundos pero después volvió su vista al techo.

Suspiro pesadamente y se acomodó para tomarlo, encontró notificaciones de número desconocido. Confundido abrió el mensaje, mirando aquellas imágenes.

-Esto... esto no es verdad ¡VOY A MATAR A ESE HIJO PUTA! -gritó, estaba triste, estaba molesto, sentía un gran odio. Bajó las escaleras rápidamente encontrándose a mitad de ellas a los padres de ambos.

-Marco que sucede -cuestionaron preocupados pero fueron ignorados, Marco en ningún momento se detuvo. Se podía escuchar como la bebé había sido despertada, comenzaba a llorar.

-Hijo ¿A donde vas? Marco, ¡responde! -gritó Angie haciendo que el castaño se detuviera frente a la puerta.

-Ire por policias para que ayuden, no podemos seguir sin hacer nada ¡no puedo seguir de brazos cruzados, mamá! -respondió mirándola, aquellos ojos marrones estaban rojos, bañados de lagrimas, tan destruidos. Abrió la puerta y salió de casa. -Juro que daré con tu paradero mi amor, Star...

Dulce Tentación -Starco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora