Capítulo 32

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-¿Cómo dices...? -cuestionó con los ojos cristalinos -¿Ella que podría darte, Marco?

-No responderé, podría herirte más

-Por favor, no acabes esto por ella, mi amor -intenta besarlo

-Lo siento, espero encuentres a alguien que si sepa valorarte. No me busques, ni siquiera me ruegues... No merezco yo eso. Hasta luego, Mauline

El castaño se marchó dejando a su antiguo amor atrás, salió de aquel lugar dirigiéndose a casa. Se sentía mal, ninguna chica merecía ser terminada de esa forma, pero el amor manda y algunas veces no se puede hacer nada.

-Marco -escuchó la preciosa voz de Star detrás de él, sobresaltandolo un poco.

-¿Si?

-¿Estás bien? - Preguntó colocándose frente a él, para después sentarse a su lado en el sillón.

-Claro que lo estoy, mi bonita ¿Por qué preguntas?

-Tu rostro se ve algo triste, te dolió terminarla y-yo... Lo siento tanto Marco no quería que...

-Shh... Tranquila, no pasa nada. Si lo hice es por qué te quiero a ti, no a ella. No te culpes, tú hiciste bien en aparecer en mi vida y mostrarme lo hermosa que es... Donde hay diversión, hay miedos, retos, fracasos. Sin ti no habría entendido nada, gracias por existir -Sonrió mirándola a esos ojos, aquellos ojos maravillados por sus palabras pero un poco cristalinos. Sin pensarlo unió sus labios con los de la rubia y comenzó un beso suave y lento. Había silencio, solo parecía estar ellos ahí.

Siguieron el beso durante unos segundos, pero al sentir la presencia de alguien en el lugar les hizo separarse y al mirar quien era se ruborizaron.

-los dejamos solos por unos momentos y ya están de cariñosos -menciona la señora Díaz, sonriendole a ambos.

-L-lo siento mamá, nosotros...

-No, no quiero explicaciones -rie mientras camina a la planta alta.

-Esta bien -rie. Star simplemente sonrió y ambos miraron a Angie marcharse.

-Diablos... Siempre nos encuentra juntos -dice burlón.

-Si -rie -¿Recuerdas aquella ves que se metió a tu cuarto y yo estaba en el escritorio?

-S-si... -respondió mirándola, con una sonrisa de lado.

-¿Quieres salir un rato?

-Si... Vamos -respondió alegre, rápidamente se puso de pie y caminó hacia la puerta -Vamoooooos...

El castaño solo sonrió, tomó su sudadera y caminó junto a Star.

Caminaron en busca de algo divertido, se podían encontrar a pequeños jugando en albercas inflables, otros jugando con pistolas de agua... Un par de niñas jugando con muñecas.

Miraban a aquellos niños, que hermoso era no tener responsabilidades, no conocer el estrés y solo ser inocentes. La mejor etapa, sin duda.

-¿Quieres ir por un helado? - cuestionó Marco.

-Claro que sí ¿Podemos ir a aquel Parque de siempre? Donde compramos nuestros helados y nos sentamos en nuestra banca preferida.

-Porsupueso que si mi amor.

-Vamos, cariño... No hay tiempo que perder -dice entusiasmada, jalando de la mano a Marco.

Caminaron hasta aquel lugar, siguieron el camino hasta encontrar los árboles. De tantas veces que han ido ya se sabían el camino e incluso el lugar donde se encontraba el carrito de helados.

Dulce Tentación -Starco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora