Dulce Tentación -Starco-

capítulo 35

Tercer mes....

Star se encontraba ya con el tercer mes, era aún más notorio -sin exagerar- sus apetitos y cambios de humor crecían aún más.

—¡Marco Díaz! -gritó mientras bajaba de las escaleras —Ahora donde estará este flojo.

—¿S-si, mi amor? -cuestionó nervioso, Star le había pedido ya el cuarto tazón de nachos, no eran nada difíciles de hacer pero estar haciéndolos a cada momento ya era cansado.

—Quiero un chocolate -dice haciendo pucheros.

—Pero mi amor... ¿No crees que ya estás comiendo demasiado?

—¿Me estás diciendo que debo dejar de comer? ¿Ya no te gusto? -dice haciendo pucheros, mientras sollozaba. Era la milésima vez que lloraba sin sentido.

—N-no y-yo... ¿Qué chocolate deseas, Star? -cuestionó sonriendo para brindarle afecto.

—Cualquiera -sonríe —solo que no sea...

—Amargo... Si cariño, lo se -sonríe —no me tardo —Dijo, saliendo de casa.

—Jum, ahora quiero jugo de Naranja... Le diré que quiero uno cuando regrese -sonríe y se sienta en el sillón en busca de un buen programa.

Marco caminaba hacia la pequeña tienda que había cerca de su casa, compró el chocolate que más frecuentemente se compraba la rubia, más unas papas, dulces y una deliciosa y majestuosa palanqueta.

De regreso, caminaba y se encontraba a familias de aquí para allá, junto a sus pequeños o adolescentes.

—Creí que esto del embarazo era fácil -murmuró para si mismo —pero en fin, es una hermosa experiencia junto a Star -rie y sigue su camino.

Llegó a su hogar encontrándose a la rubia sentada.

—Te he traído lo que querías, más unas cosas extras por si quieres...

—Gracias mi amor -sonríe —Aunque... No lo sé, espero no te moleste pero ahora quiero un jugo de naranja ¿Podrías comprarmelo? -dice, haciendo pucheros.

Marco se quedó observándola y finalmente suspiró rendido, sonrió y solo contestó —Claro que sí, mi vida —y se marchó de ahí, nuevamente de regreso a la tienda.

—Solo seis meses más, Marco... Solo seis meses -ríe, por lo gracioso de su situación.

El castaño regresó con el jugo en mano, se lo dió a Star y ella comenzó a tomarlo, de trago en trago..
En unos minutos solo se encontraba la botella vacía.

—Star... Ahm ¿Quisieras salir? No lo sé... Comprar algunas cosas, ir a algún lado.

—Por supuesto ¿Por qué no? -sonrió.

La pareja salió de casa antes de que fuera más notorio. En este tercer mes claro que se notaba el embarazo, pero Star traía un vestido holgado que le ayudaba a disimular.

Recorrieron el centro comercial, mirando ropita y una que otras cosas que estaban ahí, jugando con las escaleras eléctricas, lidiando con las personas que iban por ahí. Su destino era el pequeño restaurante donde vendían deliciosos pasteles, cualquier tipo de café, desayunos, etc. Pero ellos solo habían ido por aquel exquisito flan que preparaban.

Llegaron y se sentaron en una mesa pegada a la pared. Se sentaron frente a frente.

—Buenas tardes ¿Qué es lo que desean? -se acercó un muchacho, saludando alegremente.