Dulce Tentación -Starco-

Capitulo 51

—¿Estás lista, amor? -Cuestionó el pelinegro caminando hacia la rubia —Mirate, llorando como una tonta haciendo que se te corra el maquillaje -Habló fuerte, tomándola con fuerza de los brazos, secando y retocando —Faltan veinte minutos mi vida, en cualquier momento debe llegar el juez para casarnos.

—Ojalá que nunca llegue -Susurró

—¿Qué dices?

—Nada... solo, solo quiero que esto acabe.

—Pero si esto aún empieza -dice sonriendo, tomándola de ambas manos.

—No te engañes, déjame ir, serás infeliz por que no te amo y yo lo seré por que tu amor no es sincero

—Star -Sonríe riendo por lo bajo —Yo soy feliz con tan solo estar junto a ti, tu me llenas de vida, no te puedo dejar ir... perdón amor. quince minutos... ven, vamos abajo.

Tomó la mano de la rubia forzandola a bajar, abajo habían varias cosas, desde un poco de comida solo para dos, y aquel pequeño altar donde se haría la "boda".

Pasaron unos minutos y todo comenzó, para el juez era raro que no hubiera absolutamente nadie pero aún así siguió, este tipo de bodas no tan oficiales no tardaban tanto, hablando con ambos jóvenes, dando consejos y brindándoles la mayor suerte en su matrimonio.

siguió con su papel, comenzando a casarlos.

—Enrique carrasco... ¿aceptas a Star Butterfly como tu esposa, tu alma gemela para apoyarla en las buenas y en las malas?

—Acepto -soltó apresurado, sonriendo en cada momento —Te acepto, Star Butterfly

—Star Butterfly... ¿Aceptas a Enrique carrasco como tu esposo, tu alma gemela para apoyarlo en las buenas y en las malas?

—... yo... ehh -Comenzó a balbucear, sus manos temblaban y sentía como el miedo recorría su cuerpo. Sintió un leve apretón en sus manos, Enrique había borrado por completo su sonrisa —Yo... acep...

—¡No se muevan! -Habló con firmeza un oficial, habían derribado la puerta —Joven Enrique -habló nuevamente con varios oficiales a su alrededor mostrando un par de papeles —Está detenido por privar la libertad, por abuso sexual, y sumando uno nuevo... veo que intentó casar a la joven a la fuerza —Vamos... llevencelo.

Dió la orden, se llevaron a ambos, tanto a Enrique como el juez.

—Star no... yo te amo —Gritaba sin dejar de mirar a la rubia.

—Star -Gritó corriendo hacia ella.

—Marco -sonrió y lo abrazó no pudo contener las lagrimas y comenzó a llorar en su pecho, sollozando y lamentándose en alto.

—Star, cariño... no llores más, estoy aquí, se acabó.

—Lamento interrumpir, pero la joven star debe ir al hospital, mis compañeros la llevarán será para evaluarla y ver que esté bien.

—Bien, no hay problema -hablaron al unísono, se miraron y sonrieron, se subieron a la unidad rumbo al hospital unos minutos después.