Capítulo 25

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El castaño abrió sus ojos lentamente, encontrando una habitación vacía. ¿Qué había sucedido? Se levantó y caminó hacia la sala, escuchando la voz de la rubia, al verla se tensó completamente y sintió un cosquilleo en su cuerpo. Se escuchaba como Star le explicaba a los señores Díaz el porqué su hijo se había desmayado "ya sabe, otros seres de otros mundos, abrió el portal equivocado y por lo que vió el se desmayó"

Mentirosa. -Pensó el castaño.

Sin decir una sola palabra se marchó de ahí sin hacer ruido, llegó a su habitación y volvió a recostarse. Comenzó a analizar todo.

-¡Está embarazada! -se sobresaltó, con la cara sorprendida y el cuerpo totalmente tembloroso -¿qué haremos? ¿Qué voy a hacer? -se cuestionó, estaba en shock, no sabía en qué forma reaccionar -Estamos en muchos problemas -se dijo así mismo mirando el techo, con una cara de preocupación y deseando que todo fuera un sueño.

-¿Hijo... Has despertado? -interrumpió la señora Díaz, abriendo la puerta y entrando lentamente.

-Claro madre, estoy bien, tranquila -dijo, brindándole una sonrisa calida.

-Que bien -le correspondió -Me asusté demasiado ¿Sabes? Aún más la forma en la que Star pidió ayuda. Ella estaba deprimida y al final le diste un gran susto

-Hey... No fue mi culpa ella...

-Si, si... Abriste un portal equivocado y te asustaste, Marco -rió por lo bajo -A tus casi dieciocho años asustandote ¿acaso estos años de contacto con seres nuevos no te ha echo acostumbrarte a ellos?

Marco quería contradecir a su madre, pero no podía hacerlo ¿Se imaginan el rostro de la madre? Probablemente ni siquiera dormiría tranquila al saber que su hijo y aquella chica rubia habían hecho el amor... Y por consecuencia un embarazo.

-No... Aún no me acostumbro del todo a ellos, es cómo tú, vas mucho con mis tíos y dónde viven hay alacranes, a pesar de ir desde pequeña no te acostumbras y te dan miedo -sonríe algo burlón.

La madre de Marco no respondió, simplemente le miró mientras reía un poco.

-Bueno, miedoso... Trata de no abrir portales equivocados ¿Bien? -rió. Dió un beso en la frente al castaño y se marchó de la habitación.

Se quedó un rato pensando. Se arrepentía un poco de su forma de tomar decisiones, el solo se había dejado llevar desde un principio, el pensaba que no habrían consecuencias y ahora se daba cuenta de lo equivocado que estaba. Marco ya no estaba seguro de nada, ahora se encontraba pensando en su error, las hormonas no ayudan en ciertos momentos.

-Vuelvo a interrumpir -dijo su madre -Te traje un poco de agua y fruta picada. Le había pedido a Star que te la trajera pero se negó ¿Hay algo malo entre ustedes? -cuestionó preocupada.

-¿Q-qué? Oh, n-no... Porsupuesto que no, es sólo... Aún anda deprimida y creo que necesita de su espacio ¿N-no?

-¿Te pusiste rojo? -cuestionó entrecerrando los ojos.

-No, es t-tu imaginación -rie nervioso mientras mira los ojos de su madre.

-Bueno... En fin, te traje esto, espero que Star ya esté mejor, no me gusta verla de esa forma -responde un poco triste, se había encariñado con la rubia y verla de esa forma le frustraba ya que no solía ser así.

-Si... Igual yo -respondió, en cierta forma estaba mal por Star, ella se encontraba mal por las malas decisiones tomadas, ambos había cometido errores.

Nuevamente Marco se quedó solo en su habitación, pensando... De tanto pensar e incluso no dormir tomó una decisión y estaba dispuesto a cumplirla.

Al día siguiente, el castaño citó a su novia en el parque cerca de su casa, no había visto a Star, desde la noche anterior no habían mantenido conversación.

Llegó en busca de Mauline... El solo iba para aclarar lo que tenía en mente desde anoche.

La vió, caminando por aquel pasillo del parque, sin pensarlo dos veces se acercó.

—Mauline...

—Amor, ¿Para que la reunió? -sonríe.

—Después te explico, necesito hablar contigo.

Pidió evadiendo la pregunta de su novia. Su rostro se veía algo serio, preocupado, cualquiera que lo viera pensaría que algo malo iba a salir de su boca.

—Mauline yo...

—Oh, Marco ¿Estás bien, mi amor? ¿Qué tienes? -cuestionó, abrazándole. Mientras le ponía una mirada dulce ¿Había mencionado que ella controlaba a las personas?

—Estoy bien, cariño -sonrió, la mirada de su novia le había derretido, toda una ternura, haciéndolo dudar después.

No podía hacerlo.








Ya qué, un capítulo más no hace daño, ahq.

Dulce Tentación -Starco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora