7.

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Albus dio un largo suspiro mientras le daba otra mirada al reloj de pared muggle que colgaba en su habitación.

3:22 A.M

¡Nunca tenia insomnio y debía tenerlo justo ahora!, ¿es en serio?

Miró a Scorpius dormir cómodamente en la cama de al lado y su corazón dio un gran salto. Fue inundado de un sentimiento protector que desconocía hasta ese momento. Se sentía culpable, no era nada más que eso.

Bueno... Seguramente era por los nervios de acompañarlo al hospital al día siguiente que no podía dormir. Sinceramente, no hubo un momento en el que estuviera completamente tranquilo a su lado desde que Scorpius le confesó la cantidad de veces que había sufrido un ataque de pánico fuerte a lo largo de ese mismo año.

El solo quería hacerlo sentir bien. Quería devolverle todo lo bueno que no había sentido a lo largo de los meses por su culpa.

Si tan solo el hubiera estado ahi cuando internaron a su Padre y los de años mas altos comenzaron a molestarlo, quizá Scorpius no sería tan propenso a los ataques de pánico.

Albus se sentía la peor persona del mundo.

Frunció el ceño mirando el techo, pensando en lo idiota que había sido a lo largo de ese mismo año, su único consuelo era el hecho de que sabía que nunca lo había dejado completamente solo.

Sonrío con un poco de pena al recordar todas aquellas veces en que, sin darse cuenta, se encontraba buscando "Scorpius Malfoy" en el mapa del merodeador, para ver qué estaba haciendo, o si estaba bien, sin meterse en ningún lugar extraño.

Preguntaba por él a los elfos domésticos para asegurarse que había comido suficiente o si sabían algo del Malfoy, e incluso varias veces se había escapado por las noches para hablar con Myrtle la llorona, quien - el Potter sabía-  había sido de gran ayuda para Scorpius ese último año.

Incluso había ayudado a Peeves a acosar a aquellos matones que se dedicaban a hacerle la vida imposible a Scorp.

Y a pesar de haberlo abandonado físicamente, su mente y corazón siempre estuvieron acompañándolo.

La culpa jamás lo dejaba solo. Sabía que lo que estaba haciendo era completamente cobarde. Lo observaba cuando él no miraba y nunca dejó de conocerlo. Le encantaba pensar que era el único que conocía cada parte de Scorpius, al punto de adivinar su estado de ánimo con solo una mirada.

Sabía que Scorpius no había tenido la nota que quería en varios TIMOS, que se había enfadado consigo mismo cuando no recibió la insignia de prefecto que él tanto deseaba, y que probablemente ya no estaba enamorado de Rose Granger-Weasley.

O en realidad, que nunca lo había estado.

O eso era lo que Albus rezaba.


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