4.

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Scorpius se sentía fuera de lugar.

Era algo esperable suponiendo que literalmente se había metido en una rutina familiar casi de la nada. Pero esa sensación de querer salir corriendo todavía no se iba.

No fue hasta que subieron al auto, que noto la ausencia de Lily, la menor de los Potter.

- ¿Dónde está Lily?- Pregunto mientras tomaba asiento en el medio, quedando entre Albus y James.

Sintió como ambos chicos se tensaban a su lado. Arrugo la frente. Lily le caía muy bien ¿Le había pasado algo malo?

Vio al Señor Potter fruncir el ceño desde el espejo retrovisor.

- ¿Albus no te lo dijo?- Pregunto extrañado.

A Scorpius se le subieron los nervios apenas escucho la mención del de pelo azabache. Noto como el Señor Potter se arrepentía de lo que dijo apenas lo soltó, y buscaba a Albus desde el mismo espejo retrovisor.

El Malfoy rodó los ojos en sus adentros.

Después de todo... Sería extraño que los Gryffindor's pensaran antes de hablar ¿No?

El mencionado carraspeo – Nos hemos... Distanciado en las vacaciones, Papá.

Y otra vez, Scorpius se sorprendió.

¿Acababa de llamar a su Padre de otra forma que no fuera por su nombre?

Sintió una punzada en el pecho. Ahora si se sentía completamente fuera de la vida de Albus. Como si nunca hubiera formado parte.

Entonces, Scorpius recordó el artículo del profeta que había leído hace mucho tiempo atrás...

Ginny y Harry se habían divorciado. Seguramente tenía que ver con la ausencia de Lily.

Nadie más emitió un sonido por el resto del viaje.

***

Apenas llegaron, Albus tomó sus cosas y las llevó a su habitación, separándose de su familia y del Malfoy con la excusa de que debía responder una carta de su novia cuanto antes.

Scorpius se quedó ayudando al par de Leones a bajar sus baúles y a entrarlos a la casa. Cuando terminaron, Harry les ofreció a ambos una taza de chocolate caliente y los dos chicos no pudieran negarse.

Okay, quizá no sea del todo incómodo.

Pensó Scorpius cuando se reía junto con el Señor Potter de la historia sobre una broma que le habían hecho a Filch, recitada por el mismo James.

Cuando estaban hablando sobre la temporada de Quiddich, Albus bajo las escaleras con una carta en la mano.

- Albus- El Señor Potter lo tomó del brazo cuando pasaba por al lado de su silla, dirigiéndose a la puerta trasera.

El Slytherin bufo- ¿Qué quieres?

- Compartirás habitación con Scorpius- Le respondió como si nada. Para su sorpresa, la reacción de Albus fue neutra, el solo se volteo y salió hacia el jardín sin replicar.

Scorpius comenzó a sentirse malditamente ansioso a partir de ese momento.

***

A veces la ansiedad llega en los momentos menos esperados. La mayor parte de los ataques de pánico se manifiestan en nuestra cabeza, pero los peores son los físicos, que pueden llegar a matarte.

Es un poco fuerte, pero, ya saben lo que dicen: Lo dulce no sirve para nada.

Mientras estaba desempacando Scorpius comenzó a pensar en el colegio. No podía decir porque, pero su cabeza lo llevo a ese lugar.

Recordó los golpes, las burlas, las malas miradas.

¿Dónde está tu novio, Malfoy?

¿Acaso te dejo solo?

Ahora se la está tirando a Nicole Zabini ¿Lo sabías?

En Hogwarts nunca supieron de su romance con Rose, ella le había pedido que lo guardaran en secreto.

Seguramente porque le daba vergüenza. Pensó el Malfoy entristecido. Él había querido mucho a Rose, pero algo dentro de él dispuesto a hacer sentir querido a los demás se había roto cuando Albus lo abandonó aquella noche en La Madriguera.

Tu Padre va a morir.

Se lo merece, los Malfoy no son más que una escoria.

Solo eres un eslabón más en la peor cadena del mundo.

De pronto, mil pensamientos comenzaron a inundar su cabeza.

¿Y si Papá ha estado empeorado?

¿Y si está moribundo?

Imagino a su Padre tirando en una cama de hospital, solo; Muriendo solo.

Era como repetir lo vivido con su Madre.

Seguramente tu Mami se habría querido morir, no la culparía ¿Te imaginas estar casado con un Malfoy? Esa enfermedad solo le hizo un favor.

La respiración se le atasco en la garganta, mientras su pecho comenzaba a apretar.

No.

No.

No.

No.

No podía dejar que nada le pasara a su Papá

- ¿Scorpius?, ¿Estás bien?... ¿Qué ocurre?- El rubio volvió a la realidad.

Ahí fue cuando noto lo acelerada que estaba su respiración y fue consciente de cómo le estaban temblando las piernas. Las sostuvo contra su pecho.

Intentó normalizar su respiración, pero no podía, lo que lo llevó a desesperarse.

- ¿Papá?, ¿Que ésta...- Reconoció la voz de James- ¡Mierda!¡¿Qué le pasa a Scorpius?!

- Cállate James- Esta vez sí reconoció la voz del Padre de los Potter- Scorp, escucha, intenta relajarte, estás teniendo un ataque de ansiedad, los he tenido después de la guerra, no...

Pero Scorpius no lo escuchaba.

Solo rogaba que Albus no entrase a la habitación y lo viera de esa manera, sin el control de sí mismo.


ANSIEDAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora