27. San Mungo, otra vez.

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 Extraño mucho sus interacciones chicxs ❤

...

 Los días siguientes a su duelo pasaron como años. Albus y Scorpius fueron hospitalizados en San Mungo, en la misma habitación.

   Ninguno de los dos podía pararse de la cama y no debían moverse ni un poco.

    Pero decir que eso les molestaba era un eufemismo, debido a que no se habían visto en más de un mes, preocupados por la seguridad del otro, y ahora teniéndose a tan solo unos metros de distancia ni siquiera se tocaban.

    O eso era lo que las enfermeras creían, porque cuando los dejaban solos por alguna razón, Scorpius no tardaba en acostarse en la cama junto a Albus y darle unos cuantos mimos.

   Porque en realidad, el Malfoy se sentía de maravilla, y solo fingía malestar para poder quedarse con su chico por un tiempo. Ya que se encontraban en un sector del hospital que no permitía visitas de parte de nadie. 

 Y a pesar de que estaba en contra de sus principios, el rubio se negaba a irse cuando el Potter se lo pedía, porque Albus detestaba que Scorpius lo viera en ese estado, pero no tenia otra alternativa. El castaño siempre había sido el más fuerte de los dos, y ahora le tocaba al Malfoy tomar ese papel.

   Porque hasta los más débiles pueden transformarse en el ser más fuerte si se trata de darle lo mejor a las personas que más aman.

    Y Scorpius era un muy buen ejemplo de eso.

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