33. Teddy Lupin.

2.5K 295 132
                                    

 - ¡¿Que acabas de decir?!- Le pregunto Ginny mirándolo con repulsión.

 Intento responderle, pero no podía. Las palabras se habían quedado atascadas en su garganta.

 Acabo de decir eso, ¿Porque lo he dicho? No, no, no. No debería ser así ¡Mierda!¡Lo arruine!

  Cuando Ginny no recibió respuesta, Harry miro a Albus, preocupado. Todo el color había abandonado las facciones del Slytherin.

Le tomo la mano, intentando trasmitirle todo el apoyo que podía.

 Pero el castaño estaba internado en sus propios pensamientos.

 ¡Soy un idiota! Lo arruine...

 La voz de su Madre parecía lejana:

- ¿Que tienes una relación con el hijo de un Mortifago?¿Eso es lo que acabas de-- Harry la interrumpió. Ya no podía tolerar que ella estuviera hablando de los Malfoy de esa manera.

- ¡Ginny!¡Por Merlín!¡Cállate! ¿No escuchas lo que estas diciendo? ¿Que tipo de ejemplo crees que le estas dando a tus hijos? 

- ¡Uno mucho mejor que el que tu les das!¡Créeme! Me voy unos meses y mira ¡El menor se hizo gay!¡Y es tu culpa!¡Mi hijo es  un maricón!- Albus se encogió, y Harry sin mirarlo, apretó su mano con muchísima fuerza. 

- ¡Hurra!¡Mi hijo es un maldito enfermo!¡Mi hijo esta enferm-- Un maleficio rozo el lado izquierdo de Ginny.

 Lily ahogo un grito.

 Todas las cabezas se giraron hacia el par de ojiverdes sentados en la otra punta de la mesa, pero ni Harry, ni Albus habían lanzado esa maldicion. Sino que lo había hecho Teddy, Teddy Lupin.

- ¡¿Que crees que estas haciendo?!- Grito la pelirroja, el metamorfomago no dejaba de apuntarla con la varita.

 Para sorpresa de todos, Ted hablo con furia, apretando los dientes, su pecho subia y bajaba con rapidez. Si alguien lo hubiera visto en aquel momento, no hubiera creído que se trataba de un Hufflepuff.

 - No vuelvas a llamar a Albus, o a cualquier otra persona de esa manera en frente de mi.

 El cabello del pre-adulto se puso de color rojo. Estaba verdaderamente furioso.

 Pero por alguna razón, Harry parecía ser el único que entendía lo que estaba pasando. Apenas se dieron cuenta el de pelo azabache se estaba interponiendo entre la varita del Lupin y su ex-esposa.

- Harry...- Murmurro Teddy, el ojiverde le quito la varita de la mano y lo abrazo. Su cabello fue recuperando su color azul electrizado nuevamente, mientras que él adolecente comenzaba a sollozar.


ANSIEDAD ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora