Capitulo Extra: Harry y Draco II

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SEGUNDA PARTE

...

DOS MESES DESPUÉS...

Con el paso del tiempo, Harry comenzó a distraerse un poco del caso.

Tenia muchas distracciones a su alrededor que tenían nombre y apellido.

Draco era muy simpático, pero se tenia que ser muy paciente cuando del Malfoy se trataba.

Con el paso del tiempo comenzó a abrirse cada vez más a Harry.

El Potter ya se sabia el abecedario de sus gustos, de arriba a abajo.

Y, aunque no pareciera, el rubio era un gran comediante.

Sin embargo, a veces, el Malfoy llegaba a ser tan él, que hacia que Harry tuviera ganas de golpearlo y besarlo al mismo tiempo.

¿Pero en que estaba pensando?

El Potter entro a la habitación de Draco con un par de refrescos en la mano y saludo al medimago con una sonrisa.

- Buenos días Malfoy- Murmurro pasandonle el batido de café y frutilla que tanto le gustaba.

- ¡Gracias Harry! No tenias que hacerlo- Murmurro Draco con pura felicidad mientras que recibía el batido abiertamente.

El Potter estaba apunto de responderle un "No hay de que" cuando el doctor comenzó a hablar:

- Potter, debo informarle que el mejoramiento del señor Malfoy va increíblemente- En aquel momento Harry , le dedico una gran y rápida sonrisa al Malfoy mientras enfocaba casi toda su concentración en el hombre que tenia enfrente:

- Acabo de recetarle una loción, del mejor pocionista del país- Agrego poniendo en alto una pequeña loción "Especializada en cicatrices" Anunciaba la etiqueta- El pequeño detalle es que usted tendrá que aplicárselas sobre todas las cicatrices. Dos veces al día ¿Bien?

Y despues de explicar cada paso de aplicación, el medimago se retiro dejando al par de adulto solos.

Entonces, ninguno de los dos perdió el tiempo. Harry tomo el refresco que había dejado sobre la mesa a mitad de la conversación y se sentó frente a la cama del Malfoy, regalandole una gran sonrisa.

Comenzaron a hablar de todo, desde cuando eran adolescentes hasta la actualidad.

- Los peores días que viví fueron siendo mortifagos- Comento el rubio de repente.

Harry alzo la mirada, sorprendido, y lo miro profundamente.

- Realmente, la única esperanza que tenia eras tu, Harry- Y después de eso, los dos se quedaron mirándose por un buen rato.

Pero el contacto visual fue roto por un escandaloso sonido que comenzó a sonar por todo el cuarto.

- ¡Oh rayos! Anexo - Bramo el Potter, logrando que aquella alarma se callase.

- ¿Pero que ha sido-- El Malfoy se interrumpió a si mismo cuando vio que Harry se ponía de pie e iba a buscar la loción especial.

- Quítate la remera- Pidió Harry educadamente mientras se sentaba a su lado.

Con nerviosismo, Draco obedeció, tirando lejos la prenda.

Y a Harry se le freno la respiracion.

Lo único que podía pensar en aquel momento era la palabra cicatriz

Que era la que abrazaba toda la espalda del rubio en aquel momento.

 Quiso besarlas, acariciarlas, abrazar al Malfoy mientras le prometía que no permitiría que nadie lo tocaría de nuevo, pero no podía, así que, en su lugar, el Potter se hecho una buena cantidad de la loción en la mano, y comenzó a pasarla por toda la espalda de su acompañante.

 La tensión podía cortarse hasta con una tijera.

Y ambos podían notarlo.

 Por lo que cuando Harry le pidió en un murmuro que se voltee y Draco lo hizo con demasiada fuerza, provocando a que ambos quedaran a solo centímetros del otro.

 Harry no pudo aguantarlo más y se lanzo sobre los labios del Malfoy.

 Y se besaron.

***

 Las cosas despues del beso se pusieron tensas, pero a medida que pasaba el tiempo, la situación comenzó mejorar notablemente y a ser muchísimo más sencilla.

 De pronto, los besos se volvieron parte de la agenda matutina de los dos al igual que dormir en la misma cama para calmar el frió en invierno.

  Y apenas se dieron cuenta, el 1 de Septiembre se acercaba, y Harry tenia que ir a buscar a sus hijos de la Estación.

 Y ahí fue cuando todo comenzó:

 La ansiedad de Scorpius, el mortifago atacando a Albus, la repentina desaparición de los chicos parar re-aparecerse juntos en una cueva, con una gran historia de amor para contar, y un mortifago atrapado de una vez por todas.

  Y todo aquello habia logrado separarlos. 

 Porque Draco se agobiaba, al punto de que termino por cerrarse a todo los demás.

 Incluyendo a Harry.

 Y lo hicieron aun más cuando Scorpius le confeso a su Padre una tarde lo que sentía por Albus, o cuando Harry comenzó a notar con que ojos su hijo miraba a su mejor amigo durante el desayuno.

 Y a pesar de eso, sus ganas de besar a Draco de nuevo iban incrementando al pasar de los días. 

 Hasta que llego un día en el que el Potter mando todo a la mierda y se presento en la puerta de la mansión Malfoy sin ninguna excusa aparente.

 Y cuando el rubio le abrió la puerta para preguntarle que hacia allí a mitad de la noche Harry lo beso apasionadamente.

 - Te extrañe, Draco.

- Yo a ti, Harry.

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