23. Sin explicación

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Lena

No sabía que más esperar de Demian, sabía que él no tendría piedad de nada ni tampoco de nadie. Sabía que cada día que avanza es peor, sabía que me quedaba poco tiempo.

Tenía impulsos de salir corriendo pero algo que también sabia es que donde quiera que yo vaya el me encontrará.

La casa tan solo era de un piso, por ende solo caminé unos pequeños pasos para encerrarme en la que era la habitación mía y de Aitana cuando veníamos aquí.

Cerré la puerta con seguro, no quería que Demian entrara.

Se te olvida el tipo de hombre que es

El rio sonaba, tal y como lo recordaba.

Estaba anocheciendo y miraba por la ventana como las estrellas comenzaban a brillar. Era lo que más me gustaba ver de pequeña solo que la única diferencia es que disfrutaba junto con las personas que tanto amaba y aún amo.

Ahora estoy sola con un hombre que lo único que sabe hacer es daño. Desde que llegó a mi vida literalmente es lo único que a hecho.

No escuchaba ruido fuera de la habitación lo cual se me hizo un poco raro porque se suponía que Demian estaba aquí. Dudé un poco para salir de la habitación pero al final lo hice. La casa era pequeña así que no sería difícil poder buscarlo.

Fui a la cocina, a la sala, al baño e incluso subí el techo para saber si estaba aquí, tendría una oportunidad para irme a casa. Lo único que me faltaba era revisar afuera así que lo hice.

Ahí estaba, justo en la orilla del rio mientras el miraba a un punto fijo del lugar. Pude saberlo ya que una luz iluminaba afuera a parte de la luna.

Me acerqué poco a poco a el, quería saber que le pasaba.

—¿Cómo explicar lo que siento?.—yo me quedo parada en mi lugar ya que al parecer se había dado cuenta de que estaba detrás de él.—¿Cómo hacerlo?.

—Demian, ¿Estás bien?.—¿Por qué carajos me preocupo por el?.

—¿Cómo decirle a alguien lo que siento?, Jamás había sentido presión para decir algo.

—Demian...

—¿Cómo hacer que ésto sea menos difícil?.

—Demian, ¿A qué te refieres?.—le digo un poco más preocupada.

El voltea hacia mí y me mira fijamente mientras en su miraba expresaba un cierto, ¿Dolor?. Estoy de acuerdo de que está noche no es para nada normal pero lo que menos es normal es ver al mismísimo diablo así.

El se acercó unos cuantos pasos a mí pero este seguía sin decir nada al igual que yo, sin embargo no estábamos en un silencio absoluto porque el rio seguía sonando. La luna brillaba aún más y las estrellas, que decir de ellas.

El aún me miraba y su mirada comenzaba a intimidarme, bajé mi cabeza y no tardé muchos segundos así ya que Demian la levanto. Sabía que estaba a punto de hablar porque se podría decir que volvió a la realidad.

—Dime Lena.—el había hablando después de varios minutos.

—Demian, habla ya.

—¿Cómo le dices a alguien que estás enamorado de ella?, ¿Cómo le dices que ella es prohibida?, ¿Cómo recibes la idea del que el diablo está enamorado de ti?.

No sabía que responder, seguramente en este momento mis ojos estaban más abiertos de lo normal, mi piel estaba totalmente erizada, mi cuerpo temblaba por lo que el hombre acababa de decir. Estaba nerviosa, confundida, sorprendida. Esto debe de ser una mentira.

Trato con el diablo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora