28. Esto es guerra

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Lena

Dos meses, dos estúpidos y largos meses han pasado desde que Seth apareció y desde que Aitana volvió, no ha pasado nada más que peleas y peleas entre Seth y Demian. Seth sigue con la idea de quedarse conmigo y Demian sigue con su idea de evitarlo.

De una u otra manera esto me está cansando, un mes antes miraba las noticias donde decía que la policía de Cincinnati había encontrado un cuerpo a las afueras de la ciudad.

Ese cuerpo se trataba del hombre al cual amaba.

Puedo admitir que la idea de que Ethan esté muerto se me hace más difícil día con día, Sasha por su parte no ha dejado de venir a casa para apoyarme y ella me ha dicho que no entiende como es que Aitana volvió de la nada a casa.

Si me hubieras creído desde un principio

Ella se acaba de ir de casa, miré al reloj que colgaba de la pared de mi habitación, este marcaba las 7:09 de la noche. Desde hace aproximadamente una hora no escucho a nadie en casa, ni tan siquiera una voz que no fuera la de Sasha o la mía.

Una vez que me quedé sola salí de mi habitación y bajé con cuidado las escaleras, estaba dispuesta a revisar la casa. Llegué a la sala y no miré a nadie, después fui a la cocina y me encontré a Demian con su miraba fija en un punto del lugar.

Miré hacia donde estaban puestos sus ojos y pude notar a Seth sentado con una mano en el lado izquierdo de su pecho, tenía una herida pero este no sangraba. Algo me decía que nada de esto terminaría bien.

Y como lo supuse Demian se acercó a Seth y quitó su mano de su pecho para así poner la de el, noté como Seth empezó a moverse para evitar que Demian presionara su herida pero después vi como Seth poco a poco iba perdiendo fuerza.

No sé exactamente cuántos minutos habían pasado pero Demian quitó la mano del pecho de Seth.

Cuando Demian se paró Seth igualmente lo hizo, pero lo hizo de una manera torpe y débil como si le hubieran quitado todas sus fuerzas y su poder.

Pero al parecer estaba equivocada, Seth se trepó a Demian y comenzó a golpearlo en la cabeza pero a Demian parecía no afectarle ya que tomó a Seth y lo aventó a una de las paredes de la cocina. Ahogué un grito y salí de ahí antes de salir lastimada.

Pero justo al momento de salir de la cocina veo como Aitana está parada en medio de la sala y en su ropa parecía tener sangre al igual que sus manos, me asusté al verla así ya que pensé que le habían hecho daño.

Me acerqué a ella pero al mismo tiempo ella dio pasos hacia atrás, Aitana había llegado unas cuantas noches muy tarde lo cual era raro ya que nunca acostumbró a salir de noche, pero hoy era la primera vez que la miraba con sangre.

—Aitana... ¿Qué te pasó?.—le digo acercándome un poco más pero ella sigue dando pasos hacia atrás.

—Te dije que no fuiste la única que hizo un trato con el diablo.—dijo esto por último para así salir corriendo hacia su habitación.

Yo me quedé aún más confundida que hasta había olvidado que Demian estaba peleando con Seth.
Quise ir de vuelta a donde se encontraba Demian pero el iba saliendo, su respiración se escuchaba agitada y su mirada se fijó en mí.

El comenzó a caminar hacia a mí y al mismo tiempo yo retrocedía, miré como se acercaba con más rapidez y yo corrí hacia mi habitación. Estaba enojado y no quería que me hiciera algo en ese estado.

Escuchaba sus pasos detrás de mí pero después sentí como sus manos toman de mis pies haciéndome caer al suelo, yo intentaba salir de su agarre pero el me agarraba más fuerte. Sus manos quemaban de nuevo haciendo que un grito de dolor saliera de mi boca.

Miré como Seth se acercó a Demian y comenzaron a pelearse de nuevo.

¿Acaso esto nunca se terminaría?

¿Cuánto tiempo más tendría que aguantar?

Aproveché para irme a mi habitación y cerré la puerta con seguro, puedo decir con seguridad que todo esto me tiene cansada, todos los días es lo mismo. Se podría decir que esto es guerra.

Ahora mismo pensaba en Aitana, el porqué traía su ropa manchada de sangre, al principio pensé que estaba herida pero después de analizarla no tenía nada. Tan solo esas manchas de sangre y sigo sin entender porque.

—¿Te das cuenta lo que hago por tí?.—escucho una voz para luego darme cuenta que se trataba de Demian quien había entrado a mi habitación.

Aunque le pongas seguro a tu puerta es inútil

—¿Lo que haces por mí?, Claro que me doy cuenta, me doy cuenta del daño que haces por mí.—le digo.

—Quiero que te des cuenta que te amo Lena, todo comenzó cuando lo único que quería era dañarte y hundirte. Y ahora lo único que quiero es que me ames tanto como yo te amo a ti.—dice y se comienza a acercar.

—El diablo no puede enamorarse.—no pienso dos veces a decir eso.

—No, no puede enamorarse. Pero a veces el diablo no puede controlar sus sentimientos hacia una persona Lena.—dice.

—Esto no es amor.—le contesto.

—Al principio también me decía a mí mismo que no era amor lo que sentía por tí, pero conforme pasó el tiempo me convencí que amor era lo único que sentía.—me dice.

—Entonces si me amas porque no me dejas, ¿Nunca has escuchado el dicho que dice... Si amas algo déjalo ir?.

Le iba a seguir el juego.

No es un juego estúpida

—Si lo he escuchado créeme, pero me niego a dejarte Lena.—dice y puedo darme cuenta que lo decía en serio.

El seguía mirándome y para mí se me hacía más difícil seguir viendo a sus ojos. Se podría decir que de nuevo su mirada me intimidaba.

Nunca te dejó de intimidar

Sentía impulsos de alejarme pero por alguna razón no podía. Mis piernas no podían moverlas o al menos eso creía, el tomó de mis manos y las apretó pero no de aquella manera violenta como solía hacerlo en un principio si no de una manera suave y tierna.

En un principio me dejé llevar pero reaccioné y pensé de nuevo que él no era capaz de amar a alguien.

—En serio, yo tampoco pensé que podría amar alguien hasta que te cruzaste en mi camino, o más bien aparecí en el tuyo.—de nuevo me había leído la mente.

Pensé en Seth, si estaría bien después de un buen rato. No sé porqué me preocupo por el si tan solo ha traído más problemas de los que tenía.

Literalmente por su culpa Ethan ya no estaba en mi vida, eso era lo que más me dolía a pesar de todo.

Aitana había vuelto pero algo dentro de mi decía que no era la misma Aitana que había desaparecido hace casi un año. No era la misma Aitana que me cuidó cuendo mi padre falleció.

No era la misma Aitana con la que jugaba a las muñecas de pequeña.

Ella no era Aitana.

En sus ojos que expresaban alegría pura ahora no expresan ningún sentimiento.

Quisiera devolver el tiempo y evitar que Aitana no lo hubiera mencionado.

Me di cuenta que algunas leyendas son más reales que lo que uno se puede imaginar. Me di cuenta que el diablo no era un cuento o una historia.

El diablo era real, él se llama Demian y el... El sorpresivamente está enamorado.

—Ella me pertenece...

Con un carajo ahora no.

Trato con el diablo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora