Trato con el diablo ©

58. Lo merezco

Lena

Dean y yo caminábamos hasta el consultorio de Hill, en una semana terminaría por completo mi terapia.

Estaba feliz por ello porque poco a poco podía superar cosas que jamás pensé que podría olvidar.

Estábamos en la puerta del edificio donde se encontraba el consultorio de Hill, Dean me miró y sonrió.

—Estoy muy orgulloso de tí, no sabes cuanto cariño.—dice y no puedo evitar sonreír.

¿Quién diría que iba a terminar al lado del chico que me gustaba en secundaria?.

Nunca pensé que lo volvería a ver después de la graduación.

—Te amo Dean.

—Y yo a tí querida, ya sabes en dónde estar...—lo interrumpo.

—Si, si, en la librería.—digo y ambos soltamos una carcajada.

—Te veo en una hora linda.—dice y comienza a alejarse.

El mira hacia los dos lados y después cruza la calle, veo como entra a la librería.

Ahora me encontraba sola, la calle estaba sola y esto me recordaba a un sueño que tuve, el peor que he tenido para ser exacta.

Flashback

—Finalmente tú terapia ha terminado Lena, felicidades.—dice Danna Hill con una sonrisa mientras ambas caminábamos por los pasillos del edificio.

—Creo que lo logré.—digo.

Caminé hasta la salida del edificio, Dean estaba en la librería como era de costumbre pero esta vez el estaba afuera recargado en su auto esperándome.

—Estoy orgulloso de tí pequeña.—el da un beso en mi frente y no puedo evitar soltar una risita.—Espérame aquí, iré por un libro que compré.

El entra de nuevo a la librería, y puedo notar que mi billetera no se encuentra en mi mochila.

Volteo hacia el otro lado de la calle y la veo tirada, cruzo la calle y al momento de tomar mi billetera siento que alguien toma de mi hombro.

—Es hora de que pagues.—podría reconocer esa voz sobre todas las cosas, esa voz que me lleva atormentando casi dos años.

—Espérame un poco, tan solo un tiempo más.—le digo mientras siento como mi voz comienza a cortarse.

—No puedo esperar más.—dice.

Yo hago el intento de escapar, corro hacia dónde está el auto de Dean pero un golpe intenso siento en mi cuerpo.

Había sido arrollada por un auto.

Mi respiración empezó a disminuir y mi cuerpo dolía a montones. Podría asegurar que mis huesos estaban rotos.

El auto había parado una calle después de donde yo estaba y pude ver cómo Demian se acercaba a paso lento y también puedo escuchar los gritos de Dean.

Ambos hombres están a mi lado, solo que la única diferencia es que uno sufría y gritaba y el otro... Simplemente tenía una sonrisa de satisfacción.

—Deuda saldada, trato concluido. Nos vemos en el infierno cariño—es lo último que escucho.

Fin del flashback

Negué repetidas veces tratando de alejar ese pensamiento de mi cabeza.

Entré al consultorio y miré que no había nadie, toqué la puerta y la doctora Hill la abrió.