Trato con el diablo ©

41. Lo prometiste

Lena

Había amanecido y no hubiera despertado si no fueran por los gritos de Aitana que provenían de la sala, efectivamente, Braxton la había atado a la silla desde ayer por la noche.

Era eso o las vidas de los demás

Aún faltaban casi dos horas para ir a trabajar. Me levanté de la cama y fui directo a donde estaba ella, mientras bajaba las escaleras escuchaba que Aitana hablaba con alguien supuse que era Braxton pero el acababa de salir del baño que estaba en el pasillo, el me miró y yo hice lo mismo.

Braxton fue de nuevo a su habitación y cerró la puerta.

¿Entonces con quién hablas Aitana?.

¿No era lógico?

Bajé aún más despacio para que ella no se diera cuenta, ella me daba la espalda ahora, pensé que iba a ver a la persona con quién hablaba pero no fue así.

—¿Con quién hablas Aitana?.—digo de una manera seria mientras camino para poder verle la cara.

Ahora estoy enfrente de ella y puedo ver que su chaqueta está desgarrada como si un león hubiera venido por la noche para romperla y también pude ver que tenía un poco de sangre donde estaba desgarrada su chaqueta.

Ella me miraba con un poco de sorpresa y nerviosismo, yo la seguí viendo hasta que también noté que su celular estaba sonando.

Fui hasta donde estaba su celular y trate de contestar la llamada que estaba recibiendo Aitana pero por alguna razón no podía hacerlo. Su celular dejó de sonar y yo volví a ella.

—Creo que te hice una pregunta ¿Con quién hablabas?, ¿Quién está en casa?.—digo y comienzo a buscar a alguna persona aquí en casa.

—No puedes verlo porque esa persona o ser lo que sea, prometió dejarte o al menos eso pensaste.—dice y yo me volteo para volver a verla.

—Entonces era el...—digo.

—Claro idiota, ¿Quién más nos hace la vida imposible?, Solo el.—dice—Pensé que eras más inteligente.

—Guarda silencio.—le digo entre dientes.

—¿Podrías soltarme?, Mi cuerpo me duele, tu y el salvaje de Braxton me tuvieron por toda la noche aquí.—dice.

—¡Wow!, No me había dado cuenta Aitana, pensé que eras más inteligente como para ya haberlo notado.—le digo.

Tú muy bien

Ella me miraba enojada y yo la miraba de una manera seria, no sé si lo correcto era soltarla a lo mejor y en cuanto la suelte me da un golpe y se va de casa. Era lo mas probable.

Lo más conveniente era dejarla atada hasta que Braxton despertara de nuevo pero también era un poco rudo y salvaje de nuestra parte dejarla más tiempo aquí.

Caminé de nuevo hacia ella y dudé de nuevo si soltarla o no, finalmente comencé a desatar los nudos que Braxton había hecho.

Una vez que terminé, le quité la cuerda por completo. Ella se movió haciendo flexiones por todo su cuerpo, ella se paró, miró a la puerta y después me miró a mí. Yo negué repetidas veces y antes de que se dirigiera a la puerta la tomé del brazo evitandolo.

—No te solté para que te fueras, ahora vete a tu habitación.—le digo.

Ella me mira mal, parecía que no tenía más remedio así que fue a las escaleras y comenzó a dirigirse a su habitación. Yo me había quedado en la sala y me senté en uno de los sillones de estas.