Lena
Yo reconocí esa voz al instante. Miré hacia atrás y lo vi, era Dean Henderson el chico que me gustaba cuando estaba en la escuela secundaria.
Dios mío que chico...
—¿Dean?.—digo sorprendida.
Joder, era muy hermoso, su cabello castaño sigue igual, sus ojos azules resaltan y que decir de su estatura. El era mucho más grande aún.
¿Cuánto tiempo a pasado desde la última vez que lo miré?. Ha sido demasiado eso sí lo puedo asegurar.
El se acercó a mí a un paso rápido y me miró por unos segundos.
—Estas igual pequeña Harper.—dice alborotando mi cabello.
—Parece que aún te gusta burlarte de la estatura de los demás grandulon.—le digo en tono de broma.
El suelta una risita burlesca al igual que yo.
—Y, ¿Cómo te trata la vida Lena?.—dice sacando un tema de conversación.
De la mierda
—Bien. ¿Y a tí?.—le digo.
—Bien, supongo.—dice en un tono indeciso.—Te gustaría tomar algo, claro, si tienes tiempo.
—Claro, conozco un lugar por aquí cerca.
Ambos comenzamos a caminar directo al local de café a dónde casi siempre voy, hablábamos sobre todo lo que hemos pasado desde que salimos de secundaria. El por su parte estudiaba criminología y yo le dije que estudiaba psicología.
Reíamos y hablamos sobre la vida, cosas buenas y cosas malas que nos han pasado a lo largo del tiempo. No sé el porqué, no sé el motivo pero en mi corazón siento al raro.
¿Enamorada?
Claro, de Ethan. De un recuerdo.
Entramos al local y buscamos un lugar para sentarnos y seguir hablando, miré que el lugar donde siempre me sentaba estaba vacío así que lo tomé del brazo y lo jalé antes de que nos ganaran ese lugar.
El me miró y sonrió de una manera dulce cuando lo tomé de su brazo, ambos nos sentamos y pedimos un café, yo por mi parte me decidí por el de siempre, un americano cargado y el un frappé.
—Lena, es muy bueno volver a verte.—dice.
—Lo mismo digo Henderson.—le respondo con una sonrisa.
Minutos después la mesera nos trae los cafés y así comenzamos a tener una conversación un poco más profunda.
—Y...¿Tienes pareja?.—dice y yo puedo sentir como se forma un nudo en la garganta.
Tardé unos minutos en contestar pero lo hice.
—No era mi pareja pero lo quería como si lo fuera, no sé si me explico.—el asintió y yo proseguí.—Días antes de que él muriera fue el día en el que yo le dije que lo amaba literalmente fue mi mejor día y el peor en mi vida. El también sentía lo mismo por mí.—digo.
El guarda silencio y después dice:
—Lo siento Lena...—dice.
—No te preocupes Dean.
—¿Y de que murió?.—dice.
El diablo lo mató
—Sinceramente nunca supe de que murió.—le digo y yo bajo la mirada.
—Oh... Cambiemos un poco de tema.—gracias Dean.
Seguimos hablando, a veces nos poníamos serios y a veces nos reíamos como unos niños. Es un hombre tan agradable, tal y como lo era en secundaria.
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Trato con el diablo ©
Mystery / Thriller¿En serio Lena? ¿Un trato con el diablo? Como si el mismísimo diablo existiera, como si dejara de ser un mito para poder hacer ese trato. Fue lo último que me dijo Aitana para así después de que se fuera de casa desapareciera al día siguiente, sin d...