Trato con el diablo ©

29. Siguiente condena

Lena

Seth había entrado como si nada le hubiera pasado, Demian lo miró y al parecer de nuevo habría una pelea entre ellos y al decir verdad todo esto era una estupidez que me estaba cansando.

Quise salir de mi habitación pero la mano de Demian lo impidió, al parecer quería que me quedara para ver la típica pelea de todos los días con Seth. No tuve más remedio que quedarme ahí.

Seth se acercó a mí pero Demian toma de mi y hace que Seth deje de caminar, Seth quería seguir caminando pero por alguna razón obvia no podía.

—¡Maldita sea!, Déjate de idioteces Demian—dijo Seth y después pude escuchar como Demian reía amargamente.

—El juego se terminó querido Seth, intentamos por las buenas pero ambos sabíamos que no estamos hechos para hacer las cosas bien o al menos yo...—dice Demian soltándome para así caminar a lado de Seth.

—Demian...—no pude terminar porque siento como mi cuerpo se apega a la pared de una manera fuerte haciéndome salir un quejido de mi boca.

Mi vista volvió a Seth que estaba luchando contra Demian quien lo tenía pegado a la pared con una mano en su cuello. Tal y como lo había hecho con Ethan.

Intentaba despegarme de la pared pero no podía, es como su estuviera bajo un hechizo que no me permite moverme.

Comenzaba a llover como nunca y la desesperación entró en mí cuando escuché a Seth dar un grito desgarrador, sus ojos tenían un brillo algo raro, normalmente sus ojos eran un tanto cafés pero ahora sus ojos se habían puesto naranjas en un tono muy fuerte y no entiendo porqué.

Ahora Seth parecía haber tomado el control ya que era el ahora el que tenía a Demian gritando. Pude ver los ojos de Demian y estos estaban un azul fuerte, muy intenso al decir verdad.

Seth tenía a Demian contra el piso y parecía que Seth ganaría está guerra, pero todo cambió de un momento a otro cuando Demian tomó a Seth de la camisa para así pararse del suelo. La piel de Demian que antes era pálida ahora tenía fuego en ella.

Joder, está ardiendo

Para ser sincera jamás había visto a Demian así, ahora tenía más miedo que nunca. Seth tenía cara de sorpresa y de terror y puedo casi asegura que también es la primera vez que lo mira así.

—El juego terminó Seth, bienvenido a tu nueva condena.—la voz de Demian sonaba diferente a comparación de otras veces.

Era más gruesa y daba más miedo de lo normal. Por instinto cerré mis ojos cuendo escuché de nuevo un grito de parte de Seth pero esta vez ese grito se escuchaba de súplica y de dolor. Después de unos segundos no pude escuchar nada más.

Abrí de nuevo mis ojos y vi que Demian de encontraba de rodillas pero Seth ya no se encontraba, el poco a poco volteaba a mi dirección y pude sentir como mi respiración se aceleraba.

El se paró del suelo poco a poco pero aún seguía dándome la espalda, su piel ya no ardía y a lo que pude ver cuándo volteó sus ojos ya estaban en su color normal.

Nueva condena Lena

El finalmente volteó y me miró, comenzó a acercarse a mi con un paso lento y yo seguía sin poder moverme, yo agaché mi mirada ya que no me atrevía a mirarlo en estos momentos.

Una vez que ya estaba enfrente de mi le tomó unos cuantos segundos para así tomar de mi mentón y levantarlo obligándome a verlo. Quería salir corriendo de ahí pero no podía.

Esto ya era demasiado.

—Finalmente creo que ya no hay más piedras que estorben en mi camino o debería de decir... Nuestro camino—dice en un susurro.