Trato con el diablo ©

15. Piedad

Lena

Seguía sin entender las palabras de Demian, era algo confuso entender lo que trataba de decir. Yo lo miraba tratando de descifrar lo que dijo hace unos instantes, el también me miraba fijamente.

Era la primera vez que no apartaba mi mirada de el, era la primera vez que me atrevía a mirarlo directamente a los ojos sin intimidarme. El se acercaba a paso lento mientras yo me mantenía en mi lugar, el ya estaba a unos cuantos centímetros de mi, yo tenía que alzar la cabeza para poder mirarlo bien.

Ambos estábamos en silencio, pero esta vez no era un silencio incómodo como los de siempre.

Este era un silencio totalmente diferente. La lluvia seguía igual de intensa.

¿Por qué es tan complicado descifrar lo que el acaba de decir?

—Simplemente no lo entenderías.—dice este con una voz baja.

De nuevo leyéndome la mente.

Yo me quedé callada, no sabía si responder, en realidad tenía miedo a contestarle. Sin darme cuenta las horas habían pasado, no sé exactamente cuanto tiempo llevábamos así, el dió un paso más y así estábamos a escasos milímetros del uno al otro.

Yo bajé mi vista y podía escuchar su respiración agitada, de un momento a otro su mano tomó mi mentón y lo subió obligándome a verlo de nuevo.

El acarició mi mejilla derecha, ahora nuestras respiraciones se mezclaban, yo cerré los ojos no quería ver lo que iba a pasar. Siento como su frente se pega con la mía, abro los ojos y miro que el ahora los tiene cerrados, creo que sé lo que está apunto de pasar.

Ahora el abre los ojos encontrándome de nuevo con su mirada, ambos nos miramos y yo por instinto pongo mis manos sobre su pecho, yo vuelvo a bajar mi mirada a lo que el vuelve a hacer la acción pasada. El puso sus ojos en mis labios y yo admito que me puse nerviosa, se acercó más a mi, nuestras narices ahora rozaban.

¿Es en serio que voy a besar al diablo?

Cuando estamos a puntos de unir nuestros labios, el se separa para después tomar fuertemente de mi cintura, siento como ahora sus manos arden sobre mi cintura, intento separarme pero es imposible. La desesperación comienza a hacerse notar, sus mirada cambió radicalmente, ahora expresaba ¿Enojo?.

El me suelta y yo lo miro.

—No lo entenderías...—es lo último que dice para así salir de la habitación.

Estaba a punto de darme un beso con el diablo, con el mismísimo diablo. Carajo, ¿En qué estaba pensando?

Tocaba mi cintura, esta no se alcanzo a lesionar como mi cuello, ahora estaba más confundida con lo que acaba de pasar con Demian, esta situación me hacía pensar demasiadas cosas. Cosas que ni siquiera yo podía entenderlas.

¿Me estaré volviendo loca?

Loca siempre has estado, que no te hayas dado cuenta es otra cosa

Buen punto.

Tomé mi celular para llamar a Braxton, el dijo que vendría la próxima semana. Hace años que no lo miraba y me emocionaba la idea de verlo de nuevo.

Tomé mi celular y lo llamé, este contesto y duramos mucho tiempo hablando, preguntó por Aitana, el aún no sabía que había decidido cerrar el caso. No sé como reaccionaria, si iba a hacer que abrieran de nuevo el caso o si me creería lo que le diría cuando el llegara.

Colgué la llamada con Braxton, admito que después de que pregunto por Aitana yo me puse nerviosa. Caminé al baño pero cuando me empecé a dirigir a este choqué con el pecho de Demian.