Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
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Corro por mi casa mientras trato de abrochar mi cinturón peligrando caer por los escalones y ocasionarme una fuerte fractura ya que mis agujetas no están amarradas, mi madre me gritó varias veces que me diera prisa por que no podía llegar tarde a la escuela el primer día de la semana, y no entendía esas lógicas de mi madre pues por lo regular siempre llego tarde todo el resto de ella, pero no me puedo atrever a llegar tarde un lunes.
—Pues tu hija lleva media hora peinándose en el baño y no me deja cepillarme los dientes—me quejo.
—Las mujeres tenemos que lucir el pelo maravilloso—se defiende Madelin gritando desde el baño del segundo piso.
—Tengo que lavarme los dientes— me giró hacia mi mamá que está terminando de lavar los platos del desayuno.
—Ya termine chillón—dice Madelin bajando las escaleras.
Luce su uniforme de la escuela. Una falda con cuadros verdes y negros y la camiseta blanca con el logo de su escuela. También luce una coleta de caballo alta y su flequillo de lado.
Toma su mochila del sofá, es rosa y tiene toques con morado. Se la cuelga en los hombros y me chasquea los dedos.
—Vayámonos Alex, necesito ir a la escuela.
—Pues yo también. —Voceo un poco molesto y camino al baño para cepillar mis dientes.
Tardo menos de cinco minutos en cepillarlos, cuando salgo Madelin ya me esta gritando enojada que llegara tarde. La trato de ignorar y beso a mi madre en la mejilla antes de irnos.
Pero durante todo el camino hacia su escuela no deja de repetirme que me estaba convirtiendo en un chico muy impuntual, algo la tenía alertada, lo sé porque cuando se pone así de insoportable es por algo. Así que se lo pregunte y termino contándomelo todo.
—Pues un chico nuevo va a llegar a mi salón y mis amigas no dejan de hablar de él.
— ¿Y eso es lo que te tiene alarmada? ¿Qué un niño nuevo llegue y que tus amigas no dejen de hablar de el?
—No es solo que no dejen de hablar de él. Es solo que a mi aun me da asco la idea de tener un novio y a ellas solo les importa conseguirse uno muy rápido. Creo que está mal aun sentirme como una niña.
Sonrió levemente y llevo mis labios hacia su frente dándole un beso cariñoso. Me mira confundida y alboroto su cabello.
—Aun eres una niña Mads. No te preocupes por crecer. Es peor de lo que te imaginas.
—Pues tú te la pasas de maravilla con tus amigos y tienes novias bonitas.
—Con que piensas que Fanny es bonita ¿Eh?
—Oye—me apunta con el dedo amenazante —Eso no significa que me caiga bien.
