Fue una semana larga, agotadora y confusa. Diría que las esperanzas para que Ximena me volvería a hablar seguían vivas, pero estaba convencido que por el momento eso no pasaría. Quizás tardaría unos cuantos meses o semanas más, con ella no estaba nada seguro.
Pongo un plato de palomitas en mi regazo mientras me acomodo en el sofá, le doy una palomita a pedro y las demás las comparto con Madelin. Hace mucho frio, y es viernes, lo que significa una buena cosa para ambos. Nos podemos desvelar hasta que mi mamá llegue, podemos ver muchas películas y en mi caso, olvidarme de todas estas cosas sentimentales que me perturban.
Al lapso de dos horas, Madelin termina profundamente dormida acostada en el sofá abrazando a Pedro quien también está dormido. Seguramente lo que la hiso caer tan rápido fue el relajante sonido de la lluvia que hasta este momento ha cesado. Apago la televisión, y los observo un momento. Qué envidia, Pedro no tiene preocupaciones absolutas, y las de Madelin son mínimas y fáciles de resolver, quizás tampoco las tiene.
Me salgo a la puerta delantera para sentarme en la entrada e inspirarme con las pequeñas gotas que se resbalan del tejado para crear un nuevo dibujo, estuve pensando demasiado aquel asunto. No debo de privarme de lo que me gusta porque piense que esa fue la causa de algo que me dolió, las cosas que te gustan nunca ocasionan dolor.
Entonces ella aparece por el camino de piedra que conduce hasta las escaleras de la entrada. Me quedo perplejo por su presencia. Los cabellos los tiene mojados, al igual que toda su ropa en general. No tengo idea porque siempre que viene a mi casa debe de estar empapada por la lluvia, supongo que es pura mala suerte de su parte.
Dejo de un lado mi cuadernillo de dibujos y camino hasta ella manteniendo el contacto visual que creamos cuando llego en un principio . Ya estando cara a cara no se me ocurre nada que decirle, pero afortunadamente ella habla primero.
—Te acuerdas del lunes por la mañana, de nuestra conversación.
—Si—desvió la mirada, aun me apena lo que hice.
—Tu preguntaste quien me gustaba, y querías que yo...
—Ximena —la interrumpo —Olvidémoslo ¿Quieres?
—No. Las cosas que importan no se olvidan.
— ¿Importan?
Da un paso hacia a mí.
—Vuélvelo a preguntar —me dice.
— ¿Qué?
—Lo que me preguntaste esa mañana.
—No, te enojo.
—No me enojo. —Aclara —Me asusto.
—No creo que sea una buena idea. No estas obligada a decirme nada.
—Vuélvemelo a preguntar—dijo de nuevo.
Suspire resignado, cerré los ojos e inhale todo el aire exterior necesario para prepararme a las siguientes respuestas de Ximena, unas que si bien, pueden destrozarme o emocionarme.
Ahora, mientras me mira, tengo unas tremendas ilusiones de poder ser yo quien le gusta. Pero no quiero que crezcan. Porque si no soy yoy me dice otro nombre, todo se pondrá feo en mis adentros.
— ¿Quién te gusta? —le pregunte, apenas y conseguí que la pregunta se formulara.
—Alex Parker. Espero que lo conozcas. —dijo con un tono burlón pero a la vez serio, por lo que me cuesta trabajo saber si es verdad.
Intente decir algo pero ella me interrumpió.
—Las personas no siempre son lo que dicen ser, y la cercanía de muchas en varias ocasiones no es por las mejores intenciones. Una vez tú me preguntaste como era que te había superado, si había conocido a otra persona el tiempo que no estuve. Y la respuesta sigue siendo no. No creo poder enamorarme de alguien que no seas tú. Y tal vez esto no sea mutuo, tal vez estoy haciendo el ridículo y también, tal vez tú no hayas escrito esas cartas. Pero no me importa, me gustas, no pude controlarlo. Estoy enamorada de ti desde hace cinco años y es algo que no puedo evitar. Solo te diré que sería un placer, que seas tú quien me rompa el corazón.
— ¿Hablas enserio? —pregunte, estaba conteniendo mis lágrimas de felicidad.
—Yo entiendo que esto no sea mutuo, pero debía de decírtelo.
— ¿Y quién ha dicho que no es mutuo?
— ¿Qué? —su boca se abre ligeramente
—Hace tiempo yo no tenía idea que escribir una carta seria complicadísimo y más si se trata de escribir tus sentimientos.
Se queda perpleja. Doy un paso hacia adelante, acercándonos mucho más de lo que ya estábamos.
—Te quiero, y creme que te comprendo. No puedes evitar querer a alguien, y supongo que si mi corazón te ha elegido a ti, es porque tu estas diseñada para mí.
Ella sonríe y sus ojos se iluminan, derrochando una felicidad inmensa.
Jala el puño de mi camiseta y mi besa. Este es un beso mucho más intenso y tierno que el del muelle. El aire tan fresco de la noche en San Francisco alborota sus cabellos haciéndolos volar. Ahora entiendo que los momentos perfectos solo suceden, cualquier momento puedes moldearlo y hacerlo especial y que si nunca arriesgas nada nunca va a pasar nada.
Tantos años besando los labios equivocados, tantos años pensando que el amor era nada más sexo, tantos años pensando haberme enamorado de personas equivocadas. Tanto tiempo desperdiciado, pero ahora creo que ha valido la pena. De verdad valió la pena.
Nota: si escuchan el momento 1:06 de la cancion y se imaginan al mocoso y a la amargada besandose, ahahhjaajkjakj las cosas se ponen super locas en el interior de uno jejeje.
Otra cosa, esta historia esta teniendo un reconocimiento impresionante, al menos para mi. Entiendo que mis numeros de lecturas y votos pues no son los más altos que hay, pero enserio aprecio mucho eso. Y a las personas que recomiendan mi historia. Es muy lindo.
Y sobre publicar otra historia, creo que lo hare. Sere sincera, me aterra que no la lean pero eso es parte del aprendizaje ¿no? quizas la publique entre el lunes o miercoles, no lo se ¿Lo hago?
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Mi precioso ex©༯✰
Teen FictionAlex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...