Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
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Alex
Ya no estamos peleados, sin embargo las bromas de antes y mi actitud empalagosa e insistente ha desaparecido. Ella sigue siendo muy amargada en ocasiones, pero en otras es todo un amor que me enamora más. Ya no sé qué hacer con todos estos sentimientos hacia ella. Son imposibles de ahuyentar.
Ahora estamos en clase de literatura discutiendo entre sí por que Romeo y Julieta no es una historia de amor. Ella insiste en que ambos estaban enamorados. Y yo ínsito que solo eran niños idiotas, como yo, debía de ser.
— Había química en ambos y por eso no podían estar sin el otro. Estaba destinados.
— ¡No te puedes enamorar de alguien en un día! Y yo no creo en la cosa ese de estar destinado. —digo
— ¡Existen las almas gemelas! — Vocifera —Romeo y Julieta eran almas gemelas, estaban enamorados.
—Solo eran ingenuos.
Un chico alto con cabello negro pasó a nuestro lado y no pudo evitar querer incorporarse en nuestra conversación.
—De hecho estoy de acuerdo con el ex novio de Estefanía. Romeo era guapo y Julieta tan joven que se ilusiono y pensó que era el amor de su vida.
Se llamaba Abel, había estado conmigo un año en la primaria antes de ser cambiado al turno de la tarde porque le hacían Bullyng en el salón. Y sí, yo era uno de esos niños patéticos que se creía superior por humillarlo. No le había puesto tanta atención hasta ahora, que noto la cara de Ximena disimuladamente ilusionada y nerviosa.
—Por cierto Ximena. ¿Tu madre preparo los Brownis para esta tarde?
¿Qué habrá esta tarde? Refresco mi memoria, el equipo de basquetbol al que pertenece Abel hará una pequeña fiesta en la cochera de uno de los chicos para poder conseguir dinero para los viajes a Texas de final de temporada.
—Si ¿Te los llevo en la casa de Gaby?
Siento un alivio cuando escucho que mi queridísima amiga está involucrada en esto, no permitirá que Ximena y Abel lleguen a un acuerdo de más que amigos durante esa fiesta.
—No mejor te los llevo a tu casa, y sirve que saludo a tus padres.
Ximena se sonroja, yo aprieto los puños por debajo de la mesa. ¡Abel ya conoce a los padres de Ximena! Dios, eso me molesta.
—Ellos te extrañan. Pasas a las ocho.
Ximena lo mira con admiración mientras camina hacia su banca. Parece solo concentrada en eso, parece una niña pequeña que acaba de ver a Barnie. Lo deduje, Ximena está enamorada de Abel.
—Creo que alguien está enamorada de Abel Pritchard. —digo
