Capitulo Veintinueve

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Ximena

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Ximena

Tenía ganas de llorar pero las lágrimas no salieron de mis ojos y eso estaba bien, no tenía que explicarle nada a la exagerada de Giselle ni al entrometido de Cameron.

— ¿Dónde está Abel? —pregunta Giselle mientras pone un plato con pollo en el centro de la mesa.

Tomo una manzana del frutero y me siento al lado de Cameron quien está jugando con su tableta un videojuego de un gato que debe de cuidar.

—Ximena te hice una pregunta.

Pongo los ojos en blanco y regreso a verla con aburrimiento.

—Lo termine —respondo tratando de parecer calmada, y al parecer resulta bastante bien.

— ¿¡Que hiciste que!? ¡Pero qué te pasa Ximena! —brama—Abel es perfecto para ti, no debias de terminarlo.

—Son mis decisiones no tuyas.

—Pensé que te gustaba— vocifera

—No

—Ximena ¡abre los ojos! No vas a encontrar chico más perfecto que Abel.

—Tu qué vas a saber, apenas voy a ir a la universidad. Y solo llevábamos cuatro días de relación, es ridículo decir que no encontrare a una persona más perfecta que él.

— ¡Chicas dejen de pelear! —interviene Cameron —Mis papás y Ian ya mero llegan, no quiero que hagan preguntas y que las dos balbucen como tontas.

Giselle y yo nos quedamos boquiabiertas por la reacción madura de Cameron. Y no se equivocó, porque minutos después llego Ian cargando unos refrescos entre los brazos. Giselle le ayudo a bajar unos cuantos después de darle un beso corto en los labios, un beso que me genero nauseas.

Ellos habían empezado su noviazgo cuando Giss estaba en primer semestre de la preparatoria y se han mantenido juntos desde entonces, lo cual a veces me causa envidia. Mi hermana siempre ha sido de relaciones muy largas y sabe que cuando termine una habrá cien chicos más en lista de espera para ser los siguientes.

Sin embargo, aunque él era demasiado perfecto para mis padres, Cameron y yo conocíamos la otra cara de la moneda. La relación de Giss y Ian estaba bastante lejos de llegar a ser toxica, era mucho más que eso. Ian era muy celoso y Giss muy insegura hasta el punto de revisarle el celular constantemente lo que les generaba muchas peleas que a veces Cam y yo escuchábamos.

Después aparecieron mis padres con voluminosos abrigos puestos, ni siquiera estaba haciendo tanto frio como para usar un abrigo. Pero para ellos hasta en el verano hacia suficiente frio para usar un abrigo. Pusieron sus grandes abrigos en el perchero y organizaron la mesa para la cena.

Durante la cena mi mamá me dice:

—Mena, estuve investigando con mis amigas de México sobre costos de universidades. Podrías irte haya y conocer tus tierra natales.

Mi precioso ex©༯✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora