Alex
Acostado en el sofá con la vista al techo y las manos en mi estómago, llevo un buen rato de esa forma. Shane me pregunta varias veces que es lo que me pasa, pero yo sigo con una manta en mi cuerpo en silencio.
— ¡Es todo! Se acabó la amabilidad ¿Qué mierda te paso? —Pregunta Shane exasperado —Bien Alexander, solo soporto los berrinches de mi novia, así que por favor no lo hagas más difícil.
—Mmm, con que soportas los berrinches celosos de Gaby—Juan levanta las cejas seductoramente —Que bonito es el amor.
—Shshshsh, no hablamos de mi patito. ¡Carajo! Ya alguien dígame que le pasa a Goyito.
—Pues tengo una suposición pero no está confirmado. Te pusiste como loco después de que Abel le confesara a Ximena que era su admirador.
Suspiro, aun me da vergüenza decir que le escribí cartas secretas a una chica. Yo nunca había hecho semejante cosa, ni siquiera había estado tan desesperado por conquistar a alguien para llegar a ese punto.
—Un momento. ¿Le escribiste cartas a Sanders? —Asiento—Y tú quién eres, ¿Qué hiciste con el verdadero Alex?
—Calla Shanecito— Juan golpea su hombro —A mí me parece muy romántico ese detalle del bello ex mujeriego de aquí.
— ¿Por qué me tenía que enamorar de ella? —suspiro y tapo mi cara con una almohada.
—Porque ya era hora chico español, el amor llega de formas inesperadas. Puedes disfrutarlo o simplemente quejarte como un tonto diciendo que es difícil, porque no es así. El amor no es difícil, tú mismo es quien lo hace difícil.
— ¡Juan deja de decir cursilerías! —protesto.
—No. No ahora.
Shane y yo soltamos un quejido, será una noche larga llena de versos románticos y lecciones del amor.
Lo peor fue a la mañana del lunes, trate de hacerme la persona más valiente del universo. Porque hoy antes de llegar aquí me entere por medio de una publicación de Instagram que Abel y Ximena ya estaban en una relación. Nunca me había sentido tan mal, tan celoso y tan tonto. Si tan solo hubiese dejado mi miedo de decir frente a todos que escribí esas cartas, ahora yo sería que estuviera tomando de las manos a Ximena.
—La verdad creo que tú estás más cute que Abel. Él es un imbécil Goyito— me dijo Gaby tratando de darme ánimos, pero el día de hoy no los podría tener.
Llevan un rato de esa forma los tres, dándome piropos de ser más guapo que Abel lo que para mí no era verdad. Él tiene hoyuelos, yo no los tengo. Él es igual que Ximena, le gusta leer, le gusta escribir. Y yo, bueno yo solo soy quien aposto por ella hace años.
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Mi precioso ex©༯✰
Novela JuvenilAlex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...