Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
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Ximena
Las cosas en mi casa son cada vez más incomodas; no hablo para nada con Giselle y con mi papá las conversaciones son cortas y incomodas; mi mamá por otra parte si me habla pero eso no significa que no este molesta conmigo. El único que me presta atención es Cameron y me defiende ante todos cuando me ignoran, a pesar de saber que también lo regañaran a él.
Y el coraje no cesa cuando miro como Giselle sigue trayendo a Ian fingiendo ser la pareja más sana y perfecta. Sinceramente me dan nauseas, sobre todo Ian queriendo ser simpático conmigo; cuando yo sé que ese cuento solo se trata de quedar bien con mis padres y recalcar ser un buen cuñado. Le daría puntos para ser aceptado por toda la familia, al menos lo intenta. Y lo esta logrando.
Hasta ahora nadie de mi familia sabe de mi noviazgo con Alex, pensé en contárselo a Cameron pero es una tontería. Podría decírselo a mis padres por error o incluso peor; a Giselle, quien se que me dejara de hacer esa estúpida ley del hielo para reprenderme y hacerme quedar como una tonta por ceder a salir de nuevo con Alex.
Llegue a pensar en el transcurso hasta su casa que era un error; incluso paso por mi mente darme la vuelta y huir de esta misión. Pero hubo una valentía dentro de mi que me hiso ir y sacar todos estos sentimientos trabajosos de asimilar. Y al final; todo salio mucho mejor de lo que imagine.
Cubro mis brazos con un tórrido, aunque delgado, abrigo color beige que me cubra lo suficiente del frió que hace afuera. Iré a casa de Alex por que Madelin me lo ha pedido, y porque su mamá ansia por saber quien soy, lo que me tiene un poco nerviosa, y también; lo que hace esta selección de ropa más enrevesado de lo que creí.
—¡Oh no, no, no Abigail! — Carrie menea la cabeza y se levanta de mi cama para quitarme el suéter de los hombros; hago una mueca cansada —Ni rezongues, debes de estar presentable si vas a conocer a la mamá de ese niño.
—Lo se —reconocí —Pero estoy muy nerviosa, no se que hacer ¿y si no le agrado? ¿Y si le parezco fea?
—Bah, no inventes Abigail —pronuncio mi segundo nombre —Tu estas hermosa, y ya déjate de tonterías. La señora esa no creo que desprecie a una chulada como tu, así que por favor —me tomo de los hombros —Ponte bonita, y has que ese mocoso novio tuyo babee más por ti.
Frunzo los labios y la abrazo; Carrie me da palmaditas en la espalda suavemente y me empuja hasta el armario para que saque algo decente que ponerme. Mi teléfono suena cuando me estoy colocando las mayas así que Carrie lo responde.
—Es tu amiga la lesbiana —me dice Carrie con un mohin de asco en la cara, la miro fulminante por hacer eso. Solo espero que Jen no la haya escuchado.
El cabello rubio claro de Jen le cae por todos lados; como si se hubiera quitado un gorro de lana. Su sonrisa radia alegría igual que siempre, pero hay algo en ella esta vez que trasmite melancolía y preocupasion, cosa que no es normal en Jen.
