Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Juego en mi PlayStation en la televisión de la sala con los pies encima de la mesa de centro esperando que Madelin termine de barrer por mi área.
—Sabes deberías de ayudarle a tu pobre hermana menor a recoger la casa.
—No gracias— metí una palomita a mi boca y continúe jugando.
Sonó el timbre y le grite a Madelin que abriera la puerta, pero me recordó que tenía que ser yo quien la abriera por órdenes exageradas de mi mamá, pues desde hace días una banda de asaltantes andaban metiéndose a las casa a robar y matar gente por lo cual yo debería de ser el que abriría para que me maten a mi primero y le dé tiempo a mi hermanita de correr. Y no exagero, esas fueron exactas las palabras de mi mamá.
Me levanto refunfuñando del sillón y abro la puerta. Esta una chica hablando por teléfono de espaldas en mi patio, no la ubicaba demasiado bien hasta que mire con más atención su cabello rizado. Era Ximena, colgó la llamada y camino de nuevo hasta la puerta de mi casa.
Valla, creo que alguien se esta volviendo a ilusionar como antes. Una sonrisa se forma en mi cara, intente decirle algo pero ella me callo y hablo primero.
—Solo estoy aquí por tarea.
Me hago a un lado de la puerta, la abro a todo lo que da y extiendo todo mi brazo hacia dentro de la casa indicándole puede entrar.
Mira con atención cada rincón de mi hogar, se asusta cuando Pedro salta en dos pies sobre ella y le ladra pero yo sé que mi perro solo está siendo juguetón. Su tamaño es intimidante pero él es solo un perro cariñoso e inofensivo.
Ximena a pesar de haberse llevado un susto por mi mascota, después acaricia su cabeza y Pedro le lame la mano.
Madelin corre las escaleras hacia abajo gritando el nombre de nuestra mascota con la escoba en manos que se le cae y rebota hasta el suelo cuando mira a Ximena jugueteando con su perro.
—Hola—Ximena le sonríe —¿Cómo te llamas?
Madelin se le queda viendo boca abierta a Ximena, destellos salen de sus ojos.
— ¿Hola? —vuelve a hablarle Ximena.
— ¿Tu...Tu...eres? Ximena...Sanders ¿Verdad?
Ximena hace una expresión de ternura y asiente con la cabeza.
— ¡Ahí maldita sea! ¿Tu escribiste el libro de Jen y Eddi verdad?
—Si fui yo— sonríe
Madelin sonríe como boba y corre las escaleras que le faltan para abrazar a Ximena y repetirle varias veces que es una de las mejores escritoras jóvenes que ha conocido.
—Me alegra que te guste lo que hago, niñas bonitas como tú que lean en estos tiempos es muy difícil encontrarlas. —pasa su mano por el cabello de mi hermana alborotándolo.
