Ximena
Abel adelanto el orden de mis planes, está desesperado por presentarse ante a mis padres oficialmente como mi pareja, que lo acepten no será un problema, desde antes ya les caía bien. Pero el problema es que a mí ya no me cae tan bien como antes.
—Iré adentro. Llamare a Ian. Mis papás no tardan en llegar a la cena— dice Giselle y se mete adentro de la casa.
Ian era el novio de mi hermana, rubio con ojos azules que parecía sacado de una novela. Le faltaba muy poco para concluir la universidad y eso era lo que más le gustaba a mis padres de él, ya hasta estaban haciendo planes para la futura boda con Giss pero ella no planeaba casarse hasta terminar su carrera de abogada y para eso aun faltaban mucho.
— ¿Qué crees que diga tu padre al verme? De seguro debe de estar orgulloso —dijo Abel.
Probablemente mi padre estaría orgulloso de que sea mi novio, pero yo no y no quiero que lo conozcan, estoy segura que dejara esa actitud presumida de lado al momento de hablar con ellos ¿Pero qué hay de mí? Él no me trata mal, pero me sofoca. Esta relación no es como la pensaba, y además, la persona que me enamoro con esas cartas debe de estar por ahí sabiendo que salgo con alguien más. ¿Y si ya no me manda más cartas preciosas y se las manda a otra chica?
—Abel. Debo de preguntarte algo. —Tomo una bocanada de aire— ¿Realmente eres mi admirador?
—Nena. Dios sabes que sí. No digas tonterías. —se mofa
—No eres tú. ¿Verdad?
—Nena, deja de decir idioteces. Me asustas. Claro que soy yo, tu admirador, que te ama mucho.
—Sé que no lo eres— grito sin darme cuenta, giro la cabeza hacia atrás verificando de que Giselle no me haya escuchado y no venga corriendo a entrometerse en mis asuntos. —Creo que, no quiero que sigas aquí.— musito
—Ximena ¿Por qué tan de repente te enojas? Supongamos que no soy tu admirador secreto ¿Solo estás conmigo por eso?
—Creo que será mejor que no le demos más vueltas a esto.
— ¿Qué estas tratando de decir?
—Creo que no es bueno seguir saliendo. —vuelvo a musitar.
—Estas bromeando cierto—sonríe sarcásticamente, niego. —Bien. Te lo diré. No soy yo, es Alex, él es tu admirador ¿Feliz?
No puedo evitar reírme, es creíble que él no haya escrito esas cartas para mí. Pero no puede ser verdad que Alex haya dedicado valiosos minutos de su tiempo para escribirme una carta a mí, le resultan patéticas y jamás haría eso.
—No estoy bromeando.
—Abel, por favor, vete.
—No me quiero ir. No llevamos ni catorce días siendo novios, no podemos cortar así nada más. —Protesta —Pensé que te gustaba.
—Yo también pensaba eso —me encojo de hombros —Pero me equivoque respecto a tu personalidad.
— ¿Mi personalidad?
—Abel. Has estado todo el día molestándome, solo quieres besarme, no quieres hablar de libros. Y en general no me molestaba que no quisieras hablar de libros, si no que algo que a ambos nos gusta lo hiciste parecer patético. No me avergüenzo de las cosas que me gustan Abel, tu tampoco deberías.
—No me avergüenzo. Y no pongas de pretexto que te moleste todo el día Ximena. Tú y yo sabemos la verdad, y es que desde un principio no era yo quien te gustaba, si no Alex.
—Estas bromeando ¿Cierto?
— ¿Por qué bromearía con algo que me duele? —dice el, ahora me empiezo a sentir culpable. —No te voy a quitar la oportunidad de que estés de verdad con alguien que quieres. Aunque quisiera, no puedo controlar con puedes salir y con quién no. Y si quieres intentar algo con Alex, estás en tu derecho de hacerlo. No había notado que mi actuación para parecerme a él te había sofocado de esa manera, lo lamento.
— ¿Por qué querías parecerte a el?
—Porque, él te fascina así tal y como es. Por fin pensaba que alguien me quería y empecé a temer que no durara, así que, como amas esa actitud de Alex pensé que no sería diferente conmigo. Lo lamento.
Es demasiado tarde para decirle que cambie de opinión y que quiero seguir con esta relación con él, quizás ahora que sabe que esa actitud me molestaba la cambiara y tendré esa relación que soñé con el cuándo lo conocí. Pero no creo que pueda ser posible, imaginando que Alex de verdad me está llamando la atención, no solo saldré dañada yo, no quiero llevarlo entre las patas.
—Creeme cuando te digo que a Alex le gustas y que él fue quien escribió esas cartas. No desaproveches ningún segundo más, no siempre se tiene el privilegio de querer a una persona y que esa persona te quiera igual.
—No quiero que tú te sientas mal. No debería de acabar así. Te quiero. Fue una tontería lo que dije. Lo siento.
—Sabemos que no fue una mentira —pone su mano en mi hombro, me da un beso en la frente —Estaré bien.
Abel camina hasta su auto, pisa el acelerador y desaparece por la nocturna calle. Cometí un error, debí de quedarme con Abel y no estar de testaruda con lo de su actitud. El si me quiere, Alex no. Prefiero estar con una persona que me quiere y yo aprender a quererla a estar con una que no me quiere y sufrir en el intento de hacer que los sentimientos sean mutuos.
Me prometi actualizar hasta el sabado, pero me acabo de meter a wattpad y mire unos cuantos mensajes pidiendome que actualizara y como soy de corazón blando. Pues aqui tienen la actualizacion jajaja :)
Por cierto ¡Felices casi 16k! woh, es bastante bonito ver que la gente lee lo que escribo, quizas no sea mucho. Y ya se, lo repito todo el tiempo, pero me hace feliz esos simple numeros.
Nos leemos cerezita :) tqmm
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Mi precioso ex©༯✰
Novela JuvenilAlex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...