Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
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Ximena
La palabra apenada se convertía en corta para describir como me sentía en estos momentos, no tengo del todo seguro quien fue el o la que puso el video en el reproductor cambiando la imagen del viejito aburrido y hablador por la mía besando al repugnante de Darren. ¡Cielos! Me siento decepcionada de mi misma, yo no soy de beber mucho, la cerveza me genera asco. No tengo idea de que fue lo que paso, no tengo idea de por qué acepte ir a la fiesta de uno de los amigos de Alex en primer lugar.
—Mena, quieres jugar con el rompecabezas que dejamos pendiente anoche—pregunta Cameron entrando a mi habitación, lo observo a través del vidrio de la ventana.
—No. Tengo sueño—respondo sin verlo, sigo concentrada en las pequeñas gotas que se empiezan a empañar por la lluvia.
— ¿Te hicieron algo malo en la escuela? O porque estas tan desanimada.
—Estoy bien.
—No parece.
—De verdad estoy bien—volví a decir —Quiero estar sola.
Cameron decide no realizar más preguntas al respecto y sale de la habitación dejándome justo como yo quería estar. No dejo de sentirme una completa mierda, siempre he tenido el control de mis acciones y no sé por qué me deje seducir por el alcohol que luego me trajo los espeluznantes problemas. Oh tal vez si lo sé, no creo que haya sido mucho por la insistencia de Carrie para que me bebiera una copa, era porque algo dentro de mi quería ir a juguetear con Alex y quería olvidar esos sentimientos que podrían ser impulsivos y me haría ir a hablarle y tirar toda mi poca dignidad por la borda.
Mi teléfono empieza a vibrar encima de la almohada, el nombre de Carrie aparece por la pantalla del celular. No quiero contestarle, quiero estar sola pero si no le respondo vendrá a mi casa con el presentimiento de que algo malo pasa conmigo.
—Hola. ¿Qué paso Carrie? —pregunto
—Te fuiste corriendo del gimnasio como loca. ¿Tu estas bien? Yo no.
—Yo no estoy bien. —confieso —Pero quiero saber tú por qué no estás bien.
—Bueno no me arrepiento de la buena desgreñada que le di a Fanny en el Gimnasio por defenderte.
—No debiste de hacerlo.
—Pero ya lo hice. Y estoy orgullosa. ¿Hablaste con Alex?. Observe que te correteo cuando te saliste como loca.
—Sí, ya le deje en claro que no quiero que se acerque a mí.
—Si quieres que lo haga, sé que mueres porque este todo el tiempo cercas de ti.
—No tienes forma de saber eso. Y no es verdad—replico.
—Si es verdad—asegura —Pero no deberías de ser tan dura con él. No después de lo que hiso por ti el sábado.
