Capítulo #09| (Editado)

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Ambos nos dirigimos hacia el piso donde anteriormente nos encontrábamos, su semblante deja a la vista una sonrisa que le dedica al cachorro en sus manos.

Terminó de darle en último bocado al muffins de vainilla y vuelvo mi atención a mi nueva responsabilidad.

— Gracias. — digo a la vez que me entrega al animal en mis manos.

— Por segunda vez, denada.

Sonrío vergonzosa, — Me sorprende tener un cachorro. Nunca tuve uno, mi madre es alérgica y lo único que podía tener era una tortuga aburrida.

Niega sonriendo, — Como se llamará?

— Cual le pondrías?. — admiro sus ojos brillantes.

— Candy — sonríe, — Te parece?

Asiento mirando a mi pequeña mascota, sonrío— Candy.

El ascensor abrió sus puertas y toda la atención de mis compañeros invadió nuestros cuerpos

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El ascensor abrió sus puertas y toda la atención de mis compañeros invadió nuestros cuerpos.
Ethan sale de este de manera inmediata con un semblante serio, mientras que yo sostengo al perrito.

Dos chicos se asomaron a mi rápidamente, una de ellas no demoró en quitarme de la mano a Candy y se la llevó a la ronda.

Sonreí por tal acto, no me hablan pero si me roban mi regalo. Genial.

Siento una mano que agarra mi brazo fuertemente, miro por refilón y observo a mi compañera especial llevándome rápidamente a una esquina de la sala.

La miro, — Es muy bonita.

Sonrío observando a mis compañeros mimando a mi mascota, — Lo sé.

Los siguientes minutos se basaron en la típica charla de los regalos, Romina menciono que el vestido le había encantado y que lo usaría en alguna cita.

(...)

Vuelvo a mi escritorio por segunda vez, el adorable regalo con grandes orejas no se queda en su pequeña caja y me incomoda, corre por toda la habitación descontroladamente y Aída ya me reto por eso.

Lo siento, no es mi culpa.

Mis ojos se dirigen a una carpeta que deje justo arriba del teclado, documentos a la espera de ser leídos por el mismísimo gran jefe.

Suspiro lentamente y dejo escapar un pequeño quejido de estrés. Agarró los documentos junto con la agenda y me dirijo lentamente a las dos puertas color carbón.

Tocó con mis nudillos, espero varios segundos y sin recibir respuesta mi cerebro decide abrir estas sin permiso.

El me mira serio y desvía su mirada a uno de los grandes ventanales, a diferencia de ella que lo hace con enfado.

Interrumpi una discusión de pareja, mis manos sudan descontroladamente y mi boca no sabe que decir.

Me avergüenzo por lo sucedido, — Lo siento.

Ella me mira con desprecio, — No sabes tocar?!.

Su voz invade mis oídos fuertemente demostrando su enojo, — Lo siento pensé que no había nadie.

Se acerca a mi rápidamente, — Eres una pequeña zorra! — mis ojos se cierran involuntariamente al sentir un fuerte dolor en mi mejilla.

— Me acabas de golpear?. — pregunto elevando la voz.

Miro a Ethan detrás de ella, — Si que harás?, Ni puedes hacerme nada soy tu jefa.

Sonrío sarcástica, — No eres mi jefa.

Ella ríe, — Basta, Quiero que te vayas Lucía. — la voz del jefe nos asusta a ambas.

Sonríe, me mira con una sonrisa irónica y camina por mi lado y al salir de la oficina cierra las puertas con brutalidad.

— Lo siento ella es.... Estás bien?

Niego sonriendo, — Si.

Evitó hablar sobre lo sucedido, — Te traigo documentos y necesitamos actualizar tu agenda.

Sonríe, — Te prometo que no va volver a suceder.

Dejo los papeles en su escritorio, — Tranquilo, está bien. No tenía que haber entrado sin tocar, lo siento.

(...)


Terminó de quebrar el último lápiz, cuando el teléfono interrumpe mi tratamiento contra el enojo.

Suelto ambas mitades y contesto;

— Te necesito entra a la oficina.

Cuelgo el teléfono con un suspiro, camino hasta las puertas y entró luego de escuchar un Adelante por parte del jefe.

Lo mira intrigada, — De donde la sacaste?. — señalo a mi perrita en sus manos.

— Cuando volví de la reunión estabas concentrada en tus lápices, ella me miro con sus ojos brillantes y no tuve opción.

Asiento, — Quieres uno?, Necesito que los coman o los tendré que tirar. — señala los muffins.

Sonrío, — Solo uno.

Me siento, agarró un muffins y el decide proseguir con su trabajo. Deja a la perrita en el piso, y sus ojos comienzan a concentrarse en leer los documentos frente a ellos.

Me ignora por completo, ignora mi presencia como el ser humano a una piedra en la carretera.

Analizo sus gestos, y sonrío cuando sus ojos me miran de refilón.

Sus manos sueltan los papeles y se cruza de brazos, me mira con detalle y observan mi sonrisa.

— Que?— pregunto nerviosa.

Desvía su mirada y sigo el gesto de sus ojos.

— Carajo!.

Candy acaba de terminar su necesidad de ir al baño, orino la alfombra blanca del jefe y mi cara no demora en tomar color.

— No te preocupes luego la remplazan.

Asiento nerviosa. Terminó de darle el último bocado al muffins y me levanto del asiento, camino hasta el pequeño ser y lo envuelvo en mis brazos.

— Tengo que volver — camino hasta las puertas.

— adelante.

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Nuevo Capítulo.

Me costó un poquito arreglarlo ya que tenía 1120 palabras y las reduje
A 840.

¿Les está gustando?

¿Quieren más capítulos?
Esperaré sus estrellitas.

Les regalo un abrazo ❤️❤️❤️

Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora