Capítulo #048|(Editado)

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Suspiro al sentir nuevamente el rayo de sol que da justamente en mi rostro, provocando mi estrés.
Sinceramente hace varios días que no estoy durmiendo demasiado bien, algo que hace enfadar a mi actual prometido.

Mi vientre esta semana estuvo creciendo demasiado y me siento ansiosa por eso, aunque todavía nos falten detalles importantes.

Todavía ninguno de nuestros padres sabe lo que está sucediendo en mi cuerpo, pero pronto lo sabrán. Es decir hoy.

El día de hoy esta totalmente cálido, el ambiente perfecto para levantarse temprano un sábado. Mejor dicho para que mi jefe se despierte temprano, mi cuerpo necesita un poco más de sueño. Necesito descansar aunque sea de forma exagerada, los síntomas del embarazo son demasiado irritantes pero aún así amo sentirlos.

Se acerca destapando mi rostro, el cual estaba debajo de una almohada. — Buenos días princesa. — habla dejando un beso en mi frente.

Sonrío sin ganas, — Necesito dormir. — hablo alejándolo de mi espacio.

Niega mirando la hora en su celular seguido de iniciar su camino al baño de la habitación, — Dormiste más de diez horas Sara. Tienes que levantarte, recuerda que tenemos cosas pendientes. — habla desde su ubicación.

Pongo mis ojos en blanco, — No es suficiente. — digo haciendo puchero a la vez que me siento en la cama.

Actualmente estoy en el departamento de Ethan, el cual es perfecto para una sola persona e incómodo para mi.
Esta semana fue muy agitada, estuvimos recorriendo varios edificios hasta que finalmente encontramos un departamento ideal para dos personas y futuros niños.
Un lugar demasiado espacioso y cómodo al cual nos mudaremos en aproximadamente dos días.

Sin mencionar los preparativos para la boda, aunque tengo tres personas más ayudando; Romina, Julia y Sasha. El estrés es algo inevitable, el lugar ya está reservado además de varios detalles y decoración.

Tener a tres chicas emocionadas y ansiosas a mi lado cuando estoy luchando con síntomas espantosos, es una verdadera locura.

Dejo los pensamientos de lado admirando al hombre parado frente al espejo en el baño, su posición me deja una vista espectacular de su tonificada figura, además de su trasero.
Su cuerpo a medio vestir, solo con un pantalón que cubre sus piernas y su perfectos abdominales al aire libre.

Sonrío, al verlo mirándome con un gesto provocativo. Deja de lado su arrogancia en el espejo y se acerca a mí lentamente.

Posa su mano en mi vientre, — Están creciendo. — dice mirando mi cuerpo.

Asiento, — Lo sé. — sonrío dejando un beso en sus labios.

Me alejo luego de un necesitado beso y camino hasta el interior del baño, — Preparaste el obsequio? — grita Ethan desde la habitación.

Me miro en el espejo desnudando mi cuerpo, preparándome para una refrescante ducha. — Sí, los dos. — respondo elevando mi voz.

***

Sonrío mirando mi plato de frutas en la isla, al llegar me siento en mi lugar observando a Mariana. — Buenos días — digo amable.

Asiente mostrando una sonrisa, — Buenos días señorita.

Ella se aleja caminando hacia la habitación iniciando su trabajo de limpieza en el departamento. Miro a Ethan él cual esta detrás de la isla, frente a mí. — Sabes que no estoy acostumbrada a tener empleados y sinceramente me incomoda. — digo en voz baja.

Me mira llevando una fresa a su boca, — Lo sé pero tendrás que acostumbrarte, ella irá con nosotros al nuevo departamento. Es solo su trabajo, nos ayudará demasiado no te preocupes. — habla agarrando las dos cajas pequeñas que preparé de sorpresa para nuestros padres.

Sonríe quitando de las cajas dos fotos, las primeras ecografías de los gemelos acompañados de dos test. Realmente me costó hacer eso, tuve que hacerme otro test normal. Sonrío,— Te gusta? — digo llevando un trozo de plátano a mi boca.

Asiente dejando todo en su lugar, — Entonces el primer lugar donde sera? — habla levanta sus cejas.

— Mis padres — hablamos al mismo tiempo.

Hundo mis cejas, — Lo dije primero — digo sería.

Asiente, — Perfecto. Ganaste. — dice dejando ambos platos en el lavaplatos.

Suelto una risa, — Genial, entonces a vestirnos. — digo abandonando mi asiento con dificultad. La altura del taburete ya no me conviene con esta pequeña panza.

Luego de un par de horas ya nos encontramos en la sala de la casa de Raymond y Angie, estamos conversando sobre la boda cuando Ethan entra a la charla inesperadamente.

Camina hacia nosotros mostrando una bolsa de regalo mientras mira a su familia emocionado, — Les trajimos un obsequio. — se lo da a Julia.

Ella sonríe emocionada, — Que es? — dice Raymond intrigado.

La madre de mi prometido mantiene un semblante intrigante a la vez que recibe la bolsa que su hoja le ofrece, mira la bolsa a la vez que agarra de ella una pequeña caja.

Ethan se sienta a mi lado y posa su mano en mi vientre mientras que ambos observamos a su madre. Ella mira su esposo impactada a la vez que agarra la foto y levantándola a la vista de todos.

Julia me mira sorprendida y le dedicó una sonrisa, — Enserio? — dice llevando una mano a su boca.

Miro a Raymond el cual observa la foto con sus ojos brillosos, — Felicidades hijo. — dice con dificultad por la emoción.

Mi jefe sonríe acercándose a él para darle un tierno abrazo, — Gracias padre. — dice alejándose de él.

Suspira mirando el test, — Sere abuela! — eleva la voz con emoción.

Sonrío acercándome a dichas mujeres, ambas me miran sorprendidas al posar sus manos en vientre. Algo totalmente incomodo.

***

Hace varios minutos que llegamos a la casa de mi infancia, ahora mismo estoy en la cocina luchando contra mi queridísima hermana. La cual desgraciadamente no pudo mantener su delicada boca cerrada.

Sonríe alegre, — Estoy muy contenta por tí hija, gracias por hacerme abuela. — dice dejando un beso en mi mejilla.

Miro a mi madre sonriendo, mientras llevo un trozo de chocolate blanco a mi boca. Los niños me están volviendo adicta a éste sabor. Le dedico una mirada fulminante a  Sasha, — Eres una imbécil. — digo demostrando mi enfado.

Cambio de semblante cuando mi prometido entra a la cocina acompañado de su suegro, mi padre sonríe dedicándome una mirada alegre. — Ethan menciono que tienes un obsequio para mí.

Sonrío dejando la tableta de chocolate de lado, agarro la bolsa ubicada en la mesada y me acerco a él rápidamente.

Le ofrezco dicho objeto y este lo agarra con una sonrisa, quita de la bolsa la caja a la vez que la abre.

Sonríe emocionado, — Estás embarazada?.

Asiento sonriendo, me acerco regalándole un abrazo fuerte y delicado. Él se aleja admirando la ecografía, — Tendré dos nietos. — afirma alegre.

























Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora