Capítulo #059|(Editado)

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La energía vuelve a mi cuerpo nuevamente, como si estuviera en estado vegetal hace dos segundos.
Recuerdo cada una de las cosas que pasaron, mi mente las proyecta como si fuesen necesarias.

El temor vuelve, la preocupación y una inquietud que no deja de atormentar mi estómago. Abro los ojos, enfocando una luz demasiado intensa que se encuentra en el techo de color crema. Mi cuerpo parece estar acostado y mi mirada todavía no reconoce el lugar, hasta que finalmente logro ubicarme en el mundo.

Reacciono de manera rápida, me levanto mientras tanteo mi vientre y cuando miro mi cuerpo noto que mi panza disminuyó su tamaño, algo que claramente altera todos mis sentidos.

Respiro profundo intentando mantener la calma. Me encuentro en una sala de hospital, y ahora mismo estoy totalmente sola.

Escucho el ruido de la puerta, y cuando está se abre puedo observar a la persona. Me dedica una mirada, — Estás bien?

Niego, — Que ocurrió?, Porque mi vientre no es grande?. — hablo con preocupación, casi sin voz.

Asiente acercándose a mi, seguido de abrazarme. — Te desmayaste, tranquila estás bien.

Asiento mirando sus ojos, — Donde están?

Sonríe, — Perdiste mucha sangre y tuvieron que realizarte una cesárea de urgencia. Pero están bien, ambas niñas están sanas.

Respiro, dejando que el nudo de mi garganta se esfume. Sonrío, — Enserio?

Asiente besando mis labios, — La herida fue profunda, la navaja estuvo a 5 centímetros de herir la espalda de una niña. Pero están bien.

Undo mis cejas, — Fue mi culpa, y sí las hería?.

Niega, — No, no fue tu culpa. No podías evitarlo.

Asiento, —Te amo.

Sonríe besando mi frente, — Quieres verlas?.

Asiento limpiando las lágrimas de mi rostro, — Si.

El asiente mostrándome una tierna sonrisa, se levanta de la camilla y salie de la habitación sin mencionar una sola palabra.

Sonrío seguido de acomodarme en la camilla, ahora mismo estoy sintiendo la incomodidad del la cesárea. Levanto el delantal y puedo ver dicho corte, está demasiado reciente y todavía puedo notar el hilo negro.

Bufo conteniendo mi emoción, cuando finalmente observo a una enfermera trayendo dos cunas de hospital con la ayuda de mi esposo.

Las ubican a mi lado y no puedo evitar derramar lágrimas al ver a dos pequeños seres dormidos. Las dos tienen el pelo oscuro al igual que su madre, con rasgos faciales reconocibles de su padre.

Sonrío cuando Ethan toma a una de ellas y me la alcanza, la acomodo en mi pecho delicadamente observando su rostro. Sonrío, — Tiene tus ojos. — hablo cuando ella los abre, en busca de su madre.

Sonríe, — Felicidades. — dice mirando la escena con un semblante demasiado emocionante.

— Gracias. — digo tomando su mano.

Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora