Capítulo #031|(Editado)

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Dejo los documentos en el mismo cajon donde anteriormente estaba el test de Lucía, el cual dejo mi mente con varias dudas que aún no puedo contestar.

El dispositivo se lo llevó la mismísima mujer que esta arruinando mi vida con sus juegos, mencionó que lo quería guardar para que sea un recuerdo grato en nuestra vida.

Sigo sin entender como es que esa mujer me volvió loco hace dos años. Intento dejar los pensamientos de lado y giro mi silla quedando frente al gran ventanal.

Dejo que mi vista se pierde entre el grandioso paisaje mientras suelto un suspiro, un día nublado con poca lluvia. Un claro ejemplo de como me siento, este paisaje me representa.

La relación entre Sara y yo esta colgando de un hilo, aunque en sí nunca hubo tal título. No me habla y el enojo que mi persona cargaba hace varios días por su coqueteo con el chico de mantenimiento, ya se esfumo.

Ninguno de ambos cruza miradas, solo entra a la oficina a dejar documentos, notas, recordatorios y algún que otro aviso. Además de registros diarios de mi agenda.

Giro mi cuerpo en el instante que dicha persona entra a la oficina sin intención de mirarme a los ojos, solo de cumplir su trabajo. — Esta tarde tienes una reunión, y me enviaste un correo sobre tus dudas de cancelarla. Javier llamo y necesita la confirmación de tu asistencia.

Miro sus ojos, — Puedes cancelarla. Hoy no tengo pensado salir de la oficina, prefiero mal gastar el día observando el paisaje. — señalo las ventanas.

Asiente sin demostrar otro gesto, solamente sale de la oficina dejando que otra persona entre, persona que provoca mi estrés.

Sonrío falsamente, — Como estas?.

Sonríe, sentándose en uno de las sillas frente al escritorio. — Muy bien, traje algo interesante. — habla la rubia mientras agarra de su bolso un documento con una foto.

La observo confundido, — Que es esto? — digo a la vez que agarro dicho papel.

Sonríe, — La primera ecografía. — dice emocionada.

Hundo mis cejas en el momento que miro la pequeña foto, se ve un tanto borrosa.

Asiento, — Que bueno, escucha no entiendo porque fuiste sola a hacértela.

Levanta sus hombros, restándole importancia a mis palabras — Entonces?, Estas feliz.

Asiento, — Quiero que mañana me acompañes a un lugar. Necesito que estés aquí a las ocho de la mañana. Puedes?.

Sonríe, — Eso que significa?.

Le devuelvo el documento, — Que tienes que venir y no seas exagerada con la ropa, solo vamos a una consulta en un hospital.

Rie sarcástica, — Que harás? — habla guardando sus papeles.

— Solo quiero ver como esta mi futuro hijo.

Ella sonríe levantándose de su asiento, camina hasta las puertas y dedicándome una sonrisa abandona la oficina.

Espero varios segundos y agarro el teléfono de línea, marco el número de mi hospital privado donde agendo una consulta con una ginecología.

Quiero ver frente a frente ese hijo, y saber si esa mujer esta embarazada o simplemente es un juego sucio.

Por desgracia la conozco y se que cosas es capaz de hacer.

P.O.V Sara

Me encuentro caminando en dirección a la oficina de mi dulce mejor amiga, a la vez que trato de evitar los miles de pensamientos que intentar acechar mi mente.

Doy el ultimo pasa para llegar a la puerta donde toco con mis nudillos, espero varios segundos para luego abrirla sin permiso.

Abro mis ojos sorprendida cuando veo a mi compañera y Federico en un beso romántico. — pe- perdón. — digo volviendo a cerrar la puerta. Sintiéndome incómoda y avergonzada por interrumpirlos.

Camina nuevamente al ascensor mientras que mi mente evita cada pensamiento sucio que intenta entrar en ella.

Aunque sea ella esta bien en su relación, levanto mis hombros.

Varios segundos después y me encuentro otra vez en el último piso, justamente ubicada en mi escritorio, en mi asiento.

Cuando llegue Aída no estaba en su lugar así que probablemente esté dentro de la oficina. Así que deje de pensar en lo que vi, lo cual dejo un trauma en mí. Y prosigo con mi trabajo atendiendo el teléfono que esta sonando.

Anoto lo que el hombre dice para luego finalizarla dándole mi atención a Aída acompañada de un hombre de su edad, ambos acaban de salir de la oficina.

Sonrío, — El es Martín el nuevo de mantenimiento. — estira su mano hacía mi, en modo de saludo.

Correspondo su saludo amablemente, — Ella es Sara Brown asistente personal del Jefe.

Asiente dedicándome una agradable sonrisa, — Un gusto. — digo mientras éste camina hacia el ascensor.

Miro a Aída, — Entonces todavía no hicieron las pases?. — señala las puertas.

Niego, evitando hablar. Su pregunta provoco que el desgarrador dolor de garganta vuelva, aunque nunca se fue. Solo que no le daba la atención suficiente como para que me deprima demasiado.

Sonrío levantándome de mi lugar, camino hasta las puertas y entro a la oficina sin ningún tipo de asunto laboral. Solo quiero que mi dolor se vaya, al igual que la tención que ambos tenemos.

Me siento frente a su escritorio, mientras  que él solo me observa. Suelto un suspiro, — Necesito que me ayudes.

Hunde sus cejas, mirándome preocupado.— Estas bien?.

Niego dejando que las lágrimas salgan de mis ojos, sonrío — No, no puedo evitar que mi corazón  comience a latir de manera inexplicable cuando mi jefe esta cerca. O simplemente delante de mí.

Sus ojos brillan, — Como te explico que me siento una inútil por no confiar en tí. Que me siento tan frágil y vulnerable entre tus brazos, que odio sentirme así. Por desear que los pocos minutos donde podemos estar más que juntos nunca terminen.... Que me siento idiota por amarte y no saber controlarlo. — suspiro, como si el nudo de mi garganta de pronto se haya esfumado. Dándome el placer de respirar tranquilamente, sin tener miedo de haber echo lo incorrecto.

Miro el brillo de su mirada, sonríe. — No eres idiota. Eres una estrella que se despego del cielo, cayendo en un terreno desconocido con un ser extraño el cual no sabe manejar sus sentimientos cuando la estrella lo mira. Me pones nervioso, esa mirada tan profunda que hace que mis días se vuelvan los mejores.

Suspira mientras que yo simplemente sonrío, limpiando las lágrimas que no paran de salir.

— Nunca tuve tanto miedo en arruinar una relación. No quiero perderte y admito que soy una completa basura por las cosas que hago Sara. — se levanta caminando hacia mi asiento.

Me paro y éste se acerca aún más, llevando sus manos a mi cintura. — Confías en mi?.

Asiento sin dudarlo y Ethan sonríe acercándose más a mi rostro, uniendo nuestros labios en un apasionado beso que ambos deseábamos.







Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora