Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020

Capítulo #036|(Editado)

Miro a Will,— Necesito tener una conversación contigo Will, quiero sentirme segura de que enserio no dirás lo que esta sucediendo entre Ethan y yo. — hablo mirando el espejo retrovisor, mientras que mi compañero solo asiente.

Me mira, — Puedes estar tranquila. No soy ese tipo de persona.

Suspiro, — Gracias.

Nos encontramos en el auto en dirección a mi departamento, el jefe simplemente observa su celular mientras que mi persona siente demasiados nervios.

Se perfectamente que Will es una persona de confianza, pero necesito sentirme segura. En la oficina hay demasiadas personas que les interesa solo su carrera, y este tipo de información sobre la relación inadecuada que tiene su jefe con su asistente es un punto demasiado fácil de usar.

Cualquiera puede pensar cosas erróneas sobre esta relación sin título, un ejemplo claro son las chicas que se postularon para este puesto y quedarnos en el mismo pero para otras personas de la empresa. Y matarían por estar en mi situación.

Aunque en sí, no lo busque y lo negaba al principio. Pero sinceramente es un honor tener un espacio en su mente, es algo que me hace sentir bien.

Sonrío mirando su perfil, un hombre totalmente diferente a los que solía salir. No es nada que ver su posición social, solo que es extraño pensar que mi gusto por un hombre cambio radicalmente.

Dejo escapar un suspiro lo cual capta su atención, él levanta su mirada y me mira confundido.

— Que pensabas?. — habla dejando su celular de lado.

Niego, — En comida. — hablo evadiendo cualquier tipo de preguntas.

Sonríe, mirando mi rostro. Guarda cada uno de mis detalle, como si mi rostro fuera su energía diaria y necesita tener un recuerdo de él.

Sonrío, — Que pensás?.

Niega, — Lo mismo, tengo hambre. ,— habla evadiendo mi mirada.

Luego de varios minutos llegamos a la gran estructura, el jefe se encuentra en la oficina acompañado de la socia que conocí en una cena, mientras que Aída realiza varias correcciones en los correos de los arquitectos, a pedido del jefe.
Yo me encargo de reservar una cita con un masajista para el arrogante.

La conversación de ambas personas duro más de una hora, estoy revisando el reloj cada medio segundo. Es raro sentirme de esta forma con él. Se perfectamente que es incapaz de acostarse con otra mujer, no me lo dijo pero lo veo en sus ojos.

Dejo la paranoia cuando llega un correo importante al buzón de Ethan. Algo así como una junta directiva de urgencia.

Suspiro, agarro la tablet y con ella camino hasta llegar al interior de la oficina. Donde me encuentro con dos personas en el sofa, ambos conversando y me siento avergonzada al interrumpirlos.

— Llego un correo importante, Raymond hara una junta directiva de urgencia. — hablo mirando a mi jefe.

Me mira seriamente, hunde sus cejas y camina hacia mi. Agarra la tablet para leer el correo y se sienta en su escritorio.

Miro a la chica, — Como estás?. — habla amablemente.

Sonrío, — Bien, y vos? — cuestiono educadamente.

Asiente, — Bien.

La mira, — Supongo que luego te invitare a una cena y conversamos sobre el tema.

— Si, igual no te preocupes estaré concentrada en la boda así que espera mi llamado.

Él la mira, asiente y camina a su asiento.

Sonríe, — Nos vemos más adelante. — habla en mi dirección, mientras que camina hacia las puertas.

Asiento dedicándole una sonrisa de labios, ella abandona el lugar y me dispongo a proseguir con mi trabajo.

Miro la nota escrita con bolígrafo en mi mano, — Tienes una cita de masajes mañana a las tres de la tarde.

El asiente escribiendo en su celular, — También llamo Julia, quiere charlar contigo.

Me mira, — Te dijo algo?.

Niego, — No.

— Perfecto, quiero que llames a Mariana y le pidas que termine temprano. — habla escribiendo en su celular.

Hundo mis cejas preocupada, — Porque? — hablo rápidamente.

Sonríe mirándome, — Celos?.

Sonrío, — No te interesa. Que harás?

Ríe, — Quiero descansar, ayer no pude hacerlo.

Lo miro avergonzada, — Me parece bien. — hablo saliendo del lugar, sin esperar respuestas que probablemente son burlas por mis celos.

Escucho su risa burlona al salir pero lo ignoro, camino hasta el ascensor y ya en él presiono el botón indicado.

Al llegar camino hasta la puerta de la oficina de mi compañera, toco y sin recibir respuesta entro automáticamente. Encontrando la oficina vacía, salgo de está quitando el celular de mi bolsillo.

Sonrío al observar su mensaje, esta en una cita de revisión normal con la ginecóloga.

Al menos tuvo el dia libre, yo sigo reclamando uno. Necesito que el fin de semana se acerca urgente, aunque estamos a la mitad de la semana.
Mi cuerpo esta aguantando el dolor de mis muslos y músculos en general, la noche de ayer fue agitada y ahora mismo la estoy sufriendo.

Camino hacia el ascensor observando a una asiente correr rápidamente con una planos, sonrío. Gracias al cielo no me toco un arquitecto, son irritables.

Cuando llego al piso indicado observo que Aída no está y camino hacia la oficina, claramente tampoco está.

Ambos se fueron a la urgente reunión de Raymond, probablemente Ethan me grite cuando vuelva, debería haber estado acá y no estar dando vueltas por el edificio.
Lo cual me llevo demasía tiempo, mientras que arreglaba su agenda. Necesitaba escapar de ese piso tan aburrido.

Intento salir de la oficina cuando veo salir del ascensor a Lucía. Me mira seriamente y visualizo rápidamente sus manos, no necesito otra escena dramática en estos momentos.

— Que haces acá?. — cuestiono manteniendo mi temperamento.

Se acerca rápidamente y toma mi cuello aplicando fuerza, la miro sorprendida por su acción intentando apartarla de mí. Algo inútil, el oxígeno se me esta acabando cuando logro levantar mi pierna y darle un golpe entre sus piernas.

Me suelta quejándose, — Ay, eres una perra!.

Intento alejarme cuando veo que saca de su bolso un gas pimienta. La miro — No espera que haces?.

No responde, sólo actúa. Camina nuevamente hacia mi lugar mientras apunta el gas en mi dirección, tomo valentía y me acerco a ella con los ojos cerrados.

Consigo golpearla en el rostro, provocando el sangrado de su nariz. — Déjame en paz. — grito agarrando un teléfono.

Sonríe como psicópata caminando hacia el ascensor, la miro. Miro su rostro lleno de sangre, — Te vas arrepentir de esto. — dice antes de que las puedas se cierren.

Suelto un suspiro, esto no es normal.