Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020

Capítulo #045|(Editado)

Dejo los documentos listos en su lugar, a la vez que trato de leer la agenda. Reviso que todo el día de hoy este totalmente perfecto y al terminar salgo de mi escritorio. Agarro mi bolso seguido de dedicarle una sutil sonrisa a mi compañera, la cual acaba de llegar.

Paso dos semanas desde que literalmente estoy más cerca de Ethan que de lo esperado, mi vientre está un poco más notable a la vista de cualquier persona.

Sinceramente todavía no le hemos dicho a nuestros padres, algo que esta pendiente. Las personas de la empresa se enteraron gracias a los medios, y gracias al cielo no hubo demasiado escándalo en la prensa. Nada preocupante que pudiera dañar la reputación de la empresa, o carrera de mi pareja.

Estoy demasiado ansiosa, hoy tengo la primer ecografía del embarazo y esa es la razón por la que estoy desde muy temprano.

Entro a la oficina mirando al hombre con una taza de café, — Que haces? — hablo seriamente.

Levanta su mirada del Huion, — Estaba haciendo un boceto que se me acaba de ocurrir. — dice levantándose de su asiento.

Actualmente no tuvimos demasiado tiempo juntos, la semana fue un completo caos. Ethan tuvo que atender reuniones y despidos importantes junto a su padre, además de luchar con la presa con sus abogados.

Solo nos veíamos por las noches, las cuales eran peor que estar sola. Me quedé la semana completa en su departamento, algo inútil cuando intentas mantener una conversación con tu pareja mientras que él solo se duerme del cansancio.

Se acerca dejando un beso en mi frente, me mira el vientre. — Esta creciendo. — dice sonriendo.

Asiento, — No sé si recuerdas pero en dos hora tenemos una ecografía. — digo seriamente, ignorando su sonrisa.

Mira mis ojos, — Es por lo que sigo vivo luego de esta semana, sería incapaz de olvidarme de eso.

Sonrío, besando sus labios lentamente. Me alejo intentando trabajar, — Te eh dicho que te amo?.

Niega, — No, creo que olvidaste esas palabras. — sonríe.

Muerdo mi labio inferior, — Te amo.

Sonríe alejándose, se sienta nuevamente en su lugar llevando la taza de café a su boca. — Tengo una presentación antes de salir verdad?.

Niego sonriendo,— Si, una presentación con tu padre. — digo leyendo mi mano.

Asiente agarrando los lentes, — Algo más?.

Asiento, apoyando mis manos en su escritorio. — Tenemos que estar en la clínica quince minutos antes de nuestro turno, así que ni se te ocurra expandir el horario de esa presentación. — digo seriamente.

Asiente nervioso, — Tranquila.

Salgo la oficina escuchando su última palabra, se perfectamente que estará aquí en hora pero nunca está demás avisar si llega tarde.

Ya paso una hora desde que el jefe salio con su secretaria, ahora mismo estoy caminando a mi escritorio con un detalle que acabo de robar del cajon de Ethan.
Bombones, el hombre decidió dejar una caja repleto de ellos en su escritorio.
Mencionó que ese cajón le pertenece a los antojos de su hijo, y ahora mismo estoy cumpliendo con uno.

Sonrío al escuchar el sonido del ascensor, el cubículo abre sus puertas dejando a la vista a las dos personas que faltaban en este aburrido piso.

Los miro preocupada al notar lo que acaba de ocurrir, — Porque hicieron eso, de que hablaban?. — cuestiono mirándolos salir del ascensor.

El jefe me mira seriamente, — De que hablás?.

Miro a Aída, — Acaban de cambiar de conversación, lo note. — digo confundida.

Niega sonriendo, — Solo charlábamos sobre la presentación. — dice Aída restándole importancia.

***

Entro a la oficina evitando los miles pensamientos que ocupan mi mente a la vez que intento controlar la ansiedad sobre la ecografía.

Miro al hombre parado, apoyando su cuerpo en la pared. — Tenemos que irnos. — digo ansiosa.

Me mira dejando su libro de lado, — Por fin. — dice emocionado.

Acabamos de llegar a la clínica, ahora mismo estamos esperando en la sala de espera. Sinceramente ya no logro controlar mi emociones, y noto que mi acompañante tampoco, no deja de mover su pierna.

Lo miro, — Necesito saber lo que esta sucediendo ahi dentro. — dice mirando mi vientre.

Sonrío, — Sí lo sé. — digo intentando tranquilizarlo, lo beso.

Ambos miramos a las personas a nuestro alrededor, algunas parejas emocionadas al igual que nosotros mientras que otras son solo mujeres solas.

Suspiro al escuchar mi nombre ser dictado por una enfermera, ambos nos levantamos sin dudarlo y nos dirigimos al consultorio indicado.

La doctora nos dedica una sonrisa a ambos, — Pueden tomar asiento. — dice señalando los asientos.

Asiento, sentándome observando a mi compañero el cual repite mi acción ubicándose a mi lado. — Es la primera ecografía? — cuestiona la mujer detrás del escritorio.

Asiento nerviosa, — Si. — digo automáticamente.

Ella me devuelve la sonrisa escribiendo en un documento cada una de mis respuestas, — Cuantas semanas tienes?

— 8 Semanas. — habla Ethan.

Sonríe, — Perfecto, lo que haremos es realizarte un ultrasonido. Veremos el crecimiento del feto y escucharemos sus latidos.

Asiento, — Genial.

Ella se para caminando hacía una silla justo al lado de una camilla. — Puedes venir. Necesito que el área del vientre este sin ropa. — dice mirando la pantalla frente a sus ojos.

Desprendo los botones de camisa hasta la altura de mis pechos, sin dejar que éstos se vean. Camino hasta la camilla y me acuesto en ella, observando a mi jefe justo a mi lado.

Nos mira,— Primero colocaremos un gel y liego buscaremos el feto. Pueden apreciar todo en la pantalla. — habla señalando una pantalla en la pared.

Ambos asentimos sin mencionar ninguna palabra, la doctora coloca el gel sobre mi vientre delicadamente y luego prosigue con su trabajo. Deslizando el dispositivo en mi pelvis.

Sonríe, — Pueden apreciar en la pantalla, esto es la placenta. — dice señalando con su dedo.

Me mira, — Y aquí pueden ver a la perfección sos fetos. — habla mostrando una sonrisa.

Ethan la mira confundido, — Que?

Suelto una lágrima, — Embarazo gemelar. — respondo la pregunta de mi jefe.

Sonríe besando mi frente, — Ambos fetos tienen un tamaño normal, así que si quieren podemos escuchar sus latidos.

Asiento a la par que él, unas lágrimas se escapan de mis ojos al escuchar cada uno de sus latidos. Ambos corazones latiendo, sonrío admirando al hombre a mi lado.