| Un mes después |
Intento controlar mi ansiedad en este momento mientras que observo mi vientre en el espejo del ascensor, ahora mismo mi panza esta mucho más grande y es difícil hacer varías cosas.
El día de hoy finalmente podre hacer compras para mis hijos, además de tener una ecografía importante. Según nuestra ginecología podremos saber el género de ambos bebes, algo que está provocando varias emociones en mi cuerpo.
Ahora mismo estoy evitando las manos de mi dulce mejor amiga, persona que acosa mi vientre cuando esta muy cerca de mi cuerpo. Según ella, quiere sentir sus pataditas. A lo cual claramente me niego.
Me mira seriamente, — Enserio estoy demasiado angustiada, realmente quiero ir a la ecografía pero tengo una reunión importante. — habla angustiada.
Asiento, — No te preocupes, está bien. — hablo mirándola a los ojos.
Asiente, — Aunque sabes perfectamente que acepto ser su madrina.
Niego, — Eso todavía no esta claro.
Asiente, — Pará mí es un honor. — habla mirando las puertas del ascensor, las cuales se abren lentamente.
Salgo de esté justo detrás de Romina y camino hasta mi lugar rápidamente, a la vez que le dedico una sonrisa a Aída. — Como están chicas? — cuestiona entregándole una lista a su compañera.
— Bien. — digo mirando al hombre que sale del ascensor con unos documentos en mano. Él pasa por mi lado sin dedicarme una mirada.
Levanto mis cejas restándole importancia a su comportamiento, en la mañana tuvimos una discusión no muy grave. Está totalmente en desacuerdo de mis opiniones sobre la luna de miel, su idea es totalmente maravillosa pero no quiero estar embarazada en dicha celebración.
Estoy fascinada con su plan de relajación con fecha dentro de un mes, pero realmente no lo creo necesario en éstos momentos. Aunque en sí, esa no es el único problema.
Insiste en hacer las entrevistas, dentro de pocas semanas Aída esta totalmente fuera de la empresa por decisión propia y necesita una secretaria, aunque también quiere matar dos pájaros de un tiro y contratar a una asistente.
Algo que esta fuera de mis planes, todavía puedo trabajar. Y tampoco quiero renunciar, no quiero estar en un departamento sola y aburrida.
Me mira, — Es dura la convivencia? — cuestiona Aída finalizando una llamada.
Niego, — Desacuerdos. — digo revisando los correos del jefe.
Asiente, — Es normal, todos lo matrimonios pasan por eso. No te preocupes. — dice Romina antes de entrar a la oficina.
Asiento, — Lo sé. — digo restándole importancia.
Guío la flecha de mi computadora a una pagina, es decir a una tienda online de bebes. Actualmente la futura habitación de los niños esta totalmente vacía, aunque lo demás es abundante.
***
Pasaron treinta minutos desde que deje el vicio de las compras de lado, aunque compre varias estupideces en decoración también lo hice en lo necesario.Suspiro evadiendo pensamientos incoherentes seguido de entrar a la oficina, donde se encuentra en mismo jefe con su atención puesta en el Huion.
Carraspeo logrando captar su atención, él levanta su mirada mirándome a los ojos. — Porque cambiaste el horario de la junta? — cuestiono mirando la agenda.Sonríe, — Tengo una cita com mis hijos. — habla dejando el Huion de lado, se levanta de su asiento y camina hasta mí.
Lo miro cuando él queda parado frente a mi cuerpo, — Ah... Lo olvidé. Tu no irás, las chicas tienen que ir sabes que quieren hacer una revelación o algo así. — digo poniendo mis manos en su pecho a causa de su agarre en mi cintura.
Asiente desafiando mi mirada, — Perfecto.
Intento besarlo cuando él aleja su rostro, — Enserio? — bufo — Estuve realizando compras, así que probablemente cuando lleguemos a casa hayan cosas en recepción. — digo deseando uno de sus besos.
Asiente acariciando mi trasero, — Sabes que necesito seguir una conversación.
Niego, — No voy a renunciar. — hablo alejándome.
— Justo de eso quiero charlar.
Levanto mis hombros, — Que?
Sonríe, — Seguirás trabajando hasta que cumplas los siete meses, luego de ahí necesito que estés en casa.
Niego, — Cuando nazcan, podemos trabajar desde casa.
Niega, — Sara no seas dramática, sabes que necesito venir a la oficina de vez en cuando. Además quiero que estés cómoda, y aquí no lo estás. — habla seriamente.
Pongo mis ojos en blanco, — Lo pensare.
Sonríe, — No me gustan esos síntomas. — habla mirando mi vientre.
Sonrío acercándome, robándole un beso que el profundiza lentamente. Hasta que él aire se me agota y me alejo, — Me tengo que ir. — hablo quitando sus manos de mi cuerpo.
Asiente, — Cuida a mis niños. — dice elevando la voz, mientras que mi persona simplemente se dirige a las puertas.
Niego, — Niñas. — hablo contradiciendo.
***
Me acuesto cuidadosamente en la camilla del consultorio con la ayuda de Sasha, a la cual la acompaña Julia.Le dedicó una sonrisa emocionada a la doctora, mientras que ella esparce el gel en mi vientre. Sonríe mirando las pantallas, — Veremos si se dejan ver. — dice moviendo el aparato cerca de mi pelvis.
Asiento, mirando a ambas chicas. — Ambos fetos están completamente saludable, el único detalle es que hay una diferencia leve en el peso pero nada preocupante. Es normal.
Asiento nuevamente sin despegar mis ojos de la pantalla, — Quieren saber el género?.
Niego, — Prefiero que lo escribas en un papel, ellas se encargaran de una fiesta de revelación.
Asiente sonriendo, — Muy bien, entonces escucharemos los latidos para terminar y escribiré en un papel ambos géneros. — dice subiendo el volumen de la máquina.
Sonrío escuchando ambos latidos, casi ni se pueden diferenciar pero ahí están.
ESTÁS LEYENDO
Mi jefe, yo y su ex |#Wattys2020
Romantizm¿El amor existe? ¿Alguna vez se enamoraron de alguien perdidamente?, Porque yo tuve la suerte de hacerlo y todavía de mi Jefe. 📛📛📛📛 Está totalmente prohibido el plagio de esta novela, así que por favor respeten el trabajo de los demás. Obra ori...