NARRA MOLLY:¿Sabes esa sensación de que estás en el lugar indicado? ¿Con la persona indicada? Así es como me sentía ahora mismo, estaba mirando como dormía placidamente, sonreí al verla, pero recordar las palabras de Dylan me provocaban un dolor en el estómago.
Comenzó a moverse y a respirar profundamente, abrió los ojos tranquilamente.
Alison: ¿Sigues aquí?- sonríe.
Molly: ¿Dónde sino?- sonrío.
Alison: ¿Qué hora es?
Molly: Las once- se levanta rápido, puedo disfrutar de su cuerpo desnudo, va hacia su armario.
Alison: ¿Por qué no me has despertado? tenemos que ir a clase- me río y me mira confundida- ¿por qué te ries?
Molly: Es sábado- cierra los ojos y suspira.
Alison: No lo recordaba- vuelve a la cama.
Molly: Quiero verte despertar siempre.
Alison: Y yo quiero que lo hagas- acaricia mi mandíbula- Eres preciosa- me mira con cara de enamorada y me río- hablo enserio- besa mi mejilla.
Molly: Tengo que irme- intento levantarme pero me agarra el brazo.
Alison: No- hace un puchero- quédate, solo un poco más- sonrío.
Molly: Como quieras amor- la abrazo.
NARRA ALISON:
Estaba desayunando sola, todos lo habían hecho ya, Molly se fue hace un rato, estaba feliz, no perdí la sonrisa en ningún momento, mi madre entró a la cocina.
Mamá: Buenos días, ¿te has levantado tarde?- asiento sonriente- ¿y esa sonrisa?
Alison: No es nada- mi móvil suena. Maggie.
Buenos días- digo feliz, mi madre me mira.
Juraría que estás sonriendo por tu tono de voz- me río- quería preguntarte algo.
¿El qué?
¿Fiesta de pijamas en casa de Beth esta noche?
¿Quién va?- mi madre me mira extrañada.
Las chicas.
Vale, un momento.
Miro a mi madre, está mirándome atentamente, pongo en silencio la llamada y hablamos.
Alison: ¿Puedo ir a una fiesta de pijamas en casa de Beth?- me mira extrañada.
Mamá: ¿Quién va?
Alison: Las chicas.
Mamá: ¿Molly?- niego.
Alison: Solo mis amigas.
Mamá: Está bien- sale de la cocina.
Vuelvo a pegar el móvil a mi oreja.
Mi madre me deja.
Genial, nos vemos allí- cuelgo.
NARRA MOLLY:
Bajé a desayunar, todos estaban en la sala, ni les miré y fuí la cocina, calenté un par de rebanadas de pan, cogí mantequilla y me senté. Valentino entró y se sentó junto a mí.
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Maldita Italiana
Novela JuvenilEstaba dibujando en su ventana, parecía concentrada, sonreí involuntariamente y dejé de mirar, me apoyé en mi silla. Maldita Italiana, repetía en mi cabeza.