Capítulo 40

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NARRA MOLLY:

Estaba sentada junto a Valentino, agarraba su mano mientras veía como su pecho se elevaba y se hundía, era el único movimiento que hacía, acaricié su cara.

Molly: He hecho lo que me pediste, le dije todo- comencé a hablar con la esperanza de que despertara y comenzara a hablar- hemos pasado toda la noche juntas, ha sido increible- la máquina comenzó a hacer un sonido cada vez más fuerte mientras las rallas del aparato parecían ir más rápido de lo que deberían.

Una enfermera entró y le inyectó una jeringuilla en el cuello, la chica me miró y suspiró.

Enfermera: ¿Qué estabas haciendo?- me mira.

Molly: Solo hablaba- asiente.

Enfermera: Esto que acaba de pasar es... bueno para él- frunzo las cejas.

Molly: ¿Entonces por qué le has inyectado eso?- tira la jeringuilla a la basura.

Enfermera: Es bueno hasta cierto punto- asiento atentamente- Tienes que salir, tengo que hacerle la cura de la pierna- me levanto y salgo por la puerta, Alison me mira y su comisura se eleva.

Alison: ¿Estás bien?- asiento, me abraza.

Molly: Gracias por acompañarme- sonríe contra mi cuello.

Alison: Lo haría todos los días si fuera por mí- se separa al ver a mis padres detrás de mí, me giro y los veo medio sonrientes.

Papá: Hija, tienes mala cara, no has descansado esta noche- ladeo la cabeza.

Mamá: Quizás deberías de dormir un poco, te vendrá bien, puedo quedarme esta noche en casa y tú puedes venir si quieres- asiento algo insegura.

Papá: Alison, muchas gracias por venir, esto significa mucho para nosotros- sonríe algo triste.

Miro a Valentino a través del cristal y suspiro, noto como Ali agarra mi mano, trago saliva con dificultad y camino hasta la salida junto a ella, entrelazamos las manos, oculté mi sonrisa y solté su mano al llegar al coche.

Alison: Dame las llaves, yo conduzco- asiento y le doy las llaves.

El camino a casa estuve todo el rato mirándola, lo concentrada que estaba al conducir, como fruncía el ceño cuando le tocaba algún semáforo en rojo, sonreí al ver que era la cuarta vez que lo hacía.

Molly: Eres tan adorable cuando frunces el ceño- deja escapar una sonrisa y me mira.

Alison: No es gracioso, quiero llegar a tu casa.

Molly: ¿Para poder irte?- hago un puchero.

Alison: ¿Quieres que me vaya?- sus ojos se encuentran con los míos.

Molly: Estaba en mis planes que te quedaras- el semáforo se pone en verde y mira hacia el frente- ¿Lo harás?- sonríe.

Alison: Sí, lo haré, me quedaré contigo- sonreí mirando a través de la ventana.

NARRA ALISON:

Tardamos unos minutos hasta llegar a casa, cuando llegamos, abrimos la puerta, Robbin apareció junto a Carina saliendo por la cocina.
miré a Molly y encogí mis hombros.

Carina: ¿Qué hacéis aquí?- se acerca- pensaba que estabais en el hospital.

Alison: Tus padres han dicho que lo mejor es que Molly descanse- Carina agarra su cara y recorre sus ojeras con los dedos.

Robbin: Tiene razón- asiente algo preocupado- deberías de descansar, has pasado unos días bastantes malos.

Carina: ¿Te quedarás?- me mira.

Maldita ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora