Capítulo 43

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NARRA  ALISON:

La recuperación de Molly fue rápida, el juicio contra Halsey y Dylan no les hizo perder mucho tiempo a la familia Benedetti, Dylan fue condenado a un año y medio por traficar y otros dos años por acoso a Molly, en resumen más de tres años. En cambio Halsey sólo estará seis meses por cómplice, todas las ofertas de universidades para Dylan y Halsey se habían esfumado, todo en sus vidas cambiaría para siempre, igual que en las nuestras.

Valentino no había despertado, la esperanza en la familia Benedetti no faltaba, pero eso claramente no era suficiente, decidí pagar parte de la factura del hospital, debido a lo mucho que costaba el hospital y el tratamiento de Valentino, la familia de Molly no podía pagarlo, mis padres no dudaron en ofrecerles el dinero, siendo una familia tan numerosa comprendían su situación.

Acababa de mudarme y Molly había venido a Vermont para terminar el papeleo de la denuncia, llevaba un mes sin verla y aprovechó para acompañarnos a nuestra nueva cuidad y quedarse conmigo varios días.

Molly: ¿Quieres que te ayude con esas cajas?- niego dejándola en el suelo.

Alison: Ya está- miro mi nueva casa y también veo a mis hermanos correteando por las escaleras.

Tristan: ¡Está casa es gigante!- grita, Molly se apoya en un mueble viejo que habían dejado con la casa.

Molly: ¿Segura que tus padres no les importa que me quede hasta mañana?- se acerca y me abraza.

Alison: Para nada, ya sabes que te adoran- sonríe.

Molly: Creo que no voy a soportar apartarme de ti otra vez mañana- hace un puchero y beso su mejilla.

Alison: Tendrás que acostumbrarte mi amor, ¿cómo está tu hermano? ¿Hay novedades?- suspira.

Molly: Nada, supongo que esto será así hasta que decida despertar, si es que lo hace- agarro sus mejillas y la miro a los ojos.

Alison: Despertará, lo prometo, lo hará por ti y por todos vosotros- sonríe.

Molly: ¿Quieres perderte por las calles de tu nueva ciudad conmigo?- sonrío.

Alison: Sería un honor- murmuro contra sus labios.

Corrimos hasta mi coche, le pasé las llaves a Molly y me miró con la boca abierta. Sonreí y me monté en el asiento del copiloto, se subió y sonrió en mi dirección, lo arrancó y hizo que el motor rugiera, salió por las puertas de mi nueva "mansión" y condujo por las calles sin miedo, verla conducir era lo más excitante que había visto jamás.

Molly: Me encanta cuando me miras así- sonrío.

Alison: ¿Así como?- me mira.

Molly: Como si me desnudaras con la mirada- pone una voz seductora y nos reímos.

Alison: ¿Qué te parece si vayamos a cenar?- asiente.

Molly: Estoy de acuerdo, pero nada de restaurantes refinados, quiero verte comiendo una buena hamburguesa- me río- es una de las única veces que pierdes los modales- susurra.

Alison: ¿Y cuándo son las otras?- sonríe maliciosa.

Molly: Te lo diré cuando las estemos haciendo- levanté las cejas y posó una mano en mi muslo- no puedo estar separada de ti otra vez, no puedo hacerlo.

Alison: Ven a vivir conmigo, a mis padres no le importará- encojo los hombros.

Molly: No puedo dejar a Valentino solo- asiento dándole la razón- pero me encantaría- sonrío.

Maldita ItalianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora