SeokJin estaba terminando de cambiarse luego de haberse otorgado una larga y merecida ducha. Había sido un día largo de trabajo, prácticamente su cuerpo no podía dar un paso más, pero no importaba; visitaría al castaño.
Luego de checar que todo en él estuviese en casi perfecto orden, decidió bajar a la cocina y preparar algo relativo que pudiese proporcionar algo de energía a su sistema. SeokJin comió rápidamente, como de costumbre y luego de limpiar cualquier desorden que pudo haber ocasionado se dirigió a su destino principal.
Luego de cruzar algunos cortos pasillos que atravezaban su camino,se encontraba en frente a la habitación del castaño. Dio tres pequeños golpes a la puerta, con su mano formando un claro puño cerrado.
- HoSeokie...
Nada pasaba, nadie contestaba y nada dentro de allí mostraba alguna señal de vida.
- Hope-ah.- insistió el mayor mientras tocaba levemente la puerta, de nuevo.
Al ver que el castaño no presentaba mínima atención a su presencia se tomó el atrevimiento de girar lentamente la perilla de la habitación para confirmar su seguro.
《Bingo》
Al percatarse del claro error cometido por el menor, SeokJin se apresuró a abrir la puerta de un solo jalón, dejando al descubierto la situación yacente de su compañero.
《Joder》
El menor se encontraba envuelto entre las finas sabanas de su colcha, con su boca entreabierta y párpados cubriendo su globo ocular, clara e intermitentemente dormido. Lo único extraño de aquella situación (a parte de que SeokJin estaba de sobra) era que la luz de la recámara se encontraba parcialmente encendida. El mayor tomó un gran bocado de aire y sintió un calor vergonzoso apoderarse de todo su cuerpo. Él no debería de estar allí.
Con movimientos sigilosos se dirigió al interruptor que conectaba con el foco de la habitación y tiró de este a un lado,para así dejar la habitación a oscuras. El mayor estaba decepcionado por no haber llegado lo suficiente temprano para tener su charla nocturna con el castaño, pero, estaba consciente de que no podía interrumpir el descanso que su amigo tanto merecía.
No hacía falta mucho más, SeokJin cumplió con lo suyo. Él apago la luz.