- Estuvimos de puta madre.
Inquirió Jungkook y Nam rió ligeramente.
- Todo estuvimos bien.
Animó el mayor sentándose en la esquina de una cama, estaban en una linda habitación de hotel. En la de Seokjin, Jungkook y HoSeok para ser más precisos. Sí, los chicos se habían dividido la habitación con piedra, papel o tijera como de costumbre.
- Eso es porque mañana es el cumpleaños de YoonGi.
Aseguró Jungkook abrazando por la espalda a su amigo mientras los demás soltaban una risa.
- Lo que el gang quiere, el gang lo obtiene.
Inquirió JiMin siguendo la corriente.
HoSeok hacía mimos en la cara de SeokJin.
- Chicos, eviten traumar a Jungkook.
Mencionó el de ojos gatunos con diversión, haciendo que las mejillas de ambos muchachos se coloraran.
- ¡JiMin! Déjame dormir con ustedes.- masculló igual de avergonzado, le resultaba realmente incómodo tener que dormir con "la parejita".
- ¿Cabemos los tres en una cama?
- No lo sé, ahí no las arreglamos.
YoonGi suspiró, al ver como de repente Jungkook había lanzado una banana en dirección a Tae.
- ¿Que mierda fue eso?
Y allí había empezado el desastre. SeokJin y HoSeok no paraban de reír. Estaban tan felices que casi olvidan la cereza del pastel. HoSeok hablaría finalmente con SeokJin.
O eso se prometió esa noche, otra cosa es que en verdad estuviese dispuesto a cumplir su palabra.
Otra cosa hubiese sido si SeokJin no fuese recibido una llamada que lo hizo salir casi que corriendo de aquel lugar. Joder, casi lo olvidaba.
Justo en ese momento, Kim SeokJin estaba muriendo de la culpa. Era estúpidamente ridículo como su vida podía cambiar es solo cuestión de segundos.
Aunque esta vez, HoSeok no pensaba despegarse de su lado y las pocas fuerzas emocionales que tenía, no dudaría en gastarlas para consolar a su novio.
A su dulce, hermoso y maravilloso novio.
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Bueno, drama here we go again.