La luz de la habitación de HoSeok como de costumbre, estaba apagada. Junto con SeokJin estaba recostado en la cama de su habitación , sin tocarse, sin mirarse, solos y en silencio. No era incómodo, es más, era tranquilo y relajante escuchar las respiraciones etéreas que yacían por ambas partes.
- Todavía no me has besado en lo que va de noche-. Siseó HoSeok mientras se acomodaba para quedar cara a cara con el castaño.
- ¿Para qué? ¿Para que vuelvas a voltearte y echarte a un lado? No creas que no me percaté de que anduviste ignorándome todo el ensayo.
- Ya te dije que no fue mi intención que te sintieras así, estaban los chicos, simplemente quería que dejaras de desesp...
Las palabras de HoSeok quedaron en el aire siendo atrapadas tímidamente por los labios de Seokjin, que con un beso tan rápido como un parpadeo logró que el castaño tragace hondo, y sus mejillas se encendieran más vivazmente que algún color fosforescente en una oscura noche solitaria.
- Eres tan cruel, ni siquiera me dejaste corresponder.
- ¿No es eso un beso?
- Sí, pero... pero no es así como lo quería. - respondió con un mohín de "enojo" formado por sus labios.
- ¿Ah? - respondió SeokJin haciéndose el desentendido en toda la situación, mientras zigzagueaba un poco sus dedos entre los finos cabellos de Hobie.- Entonces ¿cómo lo querías?
HoSeok sonrió y acercó sus labios a los del pelinegro.
- Quiero que me metas la lengua hasta la garganta.
Y sí, SeokJin estaba estupefacto, de igual forma nunca esperó este tipo de respuestas por parte de HoSeok. Sonrió mucho ese día. Después de eso, y de unos cuantos comentarios de el mayor alegando que Hobie había arruinado el momento con su comentario fuera de lugar, al final sí se besaron mucho, y tal vez, solo tal vez, no fueron solo besos inocentes lo que se hacían presentes en esa habitación.