Los demonios se inmovilizaron frente a nosotros, Jungkook estaba frente a mí, su rostro no me dejaba ver ninguna emoción pero me estaba observando sin apartar su mirada ni unos segundos, yo también lo miraba petrificada y estupefacta, perpleja e incrédula.
¿Jungkook? ¿Del lado de los malos?
Estaba con ellos pero lo último que se me ocurrió pensar era para quien pensaba combatir Jungkook.
Mi orgulloso rencor relució a luz pues una inmensa furia tocó mi corazón haciéndome odiarlo al instante en el que lo vi. ¿Como podía estar ahí parado sin hacer nada? ¿Como se olvidó de mí así de fácil? ¿Soy tan fácil de olvidar? Quise preguntárselo ese preciso momento pero ninguna palabra cedía a salir.
Todo el cuerpo me ardía, me quemaba, sentí algo tan indescriptible que dudo que alguna persona lo haya sentido jamás, mis manos y mis labios se enfriaron mientras que mi corazón enloquecido parecía querer salirse de mi cuerpo.
– Esto será una distracción para ella. –dijo entre dientes Namjoon al mismo tiempo que miraba a Jungkook.
Encerrada en mi mundo y absorta en mis pensamientos no podía incorporarme en mi entorno, no podía ver otra cosa además de sus ojos marrón, nada aparte de su cabello húmedo rosando su rostro, no existía nada para mí que no fuera él, el hombre que quebró mi corazón en miles de trozos, el hombre perfecto que se fue sin decir siquiera adiós. Sus sonrojadas mejillas y labios me invitaban a besarle, su apetitoso cuerpo me seducía a tocarlo, su parcialmente crecida barba me decía que no se había estado cuidando últimamente, el movimiento de su pecho delataba la agitación de su respiración. ¿Quién otro tan hermoso como ese demonio detestable y vil? En cuestión, sí había otro igual de hermoso que él pero aunque miles de chicos tuvieran su mismo físico puedo asegurar que este Jungkook era único.
Dos mitades dividían mis impulsos, una de mis mitades quería romperle la boca de un beso a ese hombre, anhelaba su cuerpo protegiendo el mío, soñaba con contar cada uno de sus lunares, quería secuestrarlo para hacerlo mío y amarrarlo a mi cuerpo para siempre. Mi otra mitad pedía a gritos que me alejara, que no lo mirara, que me haría sufrir, que jugó conmigo, que ese hombre no se merecía mis lágrimas, que debía odiarlo, que nada podría sanar nunca las heridas que me dejó y esas heridas aun estaban abiertas y seguían haciéndome daño, ese dolor nada podía borrarlo.
Sacándome del ensueño sonó la voz de Hyo.
– No quiero conversaciones. –la calma en su tono de voz era algo impresionante–. No quiero discutir esto. Han pasado los tres días oscuros y esto tiene su fin, todo acabara aquí, no quiero piedad, no quiero llanto, quiero ver la sangre de todos ustedes derramada. –volteé a verlo cuando escuché el dolor en la voz de este hombre. Casi pude abrir la boca cuando vi una lágrima rodando por el rosto de Hyo. ¿Realmente estaba llorando?–. Este es el fin. Yo lo llamo Apocalipsis. –prosiguió–. Dudo que alguien sobreviva al octavo día.
Sentí tanto miedo.
– Esto es por ti Devonne. –dijo Hyo echándole un vistazo al cielo negro.
Sin previo aviso me vi envuelta entre una aglomeración de furiosos demonios.
Ese hombre hyo, saltó sobre mí y un dolor en mi abdomen profundo y punzante me dejó inmóvil, gemí adolorida para darme cuenta que mi estómago sangraba y una enorme daga estaba clavada por encima de mi ombligo.
Mi espalda se congelaba por el crudo contacto de mi cuerpo caído sobre la nieve. Donghae no me dejaba hacer movimiento alguno, puesto que me estaba aplastando, era más fuerte que yo, era obvio que todos lo eran, yo era tan débil.
Donghae de repente desapareció de mi vista, Yoongi le había dado un empujón y ambos rodaron por la superficie glacial. Se apalearon con sus propios puños. La cuchilla continuaba sobre mi abdomen, un torbellino de depresión olvidada volvió hasta mí y no quise luchar por mi vida, me dije que dejaría el arma allí hasta desangrarme y así poder descansar en paz el resto de la eternidad.
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Enamorada de un demonio ( Jungkook y tu) Editada
Fanfiction¿Cómo puedo ser yo la que tenga que salvar al mundo de los demonios? Me eh vuelto adicta a uno de ellos, tan solo soy una chica normal, sin ningún tipo de poder, tímida y con muy poca seguridad de si misma, solo soy (TN) la que se enamoró de la pers...