– Yoongi, no te vayas. –besé los labios del cuerpo fallecido.
Ardida por la furia que me mataba por dentro.
A tientas tomé la espada de Yoongi que seguía en el suelo. La alcé y me encaminé hasta Jungkook dispuesta a matarlo.
Lo señalé con la punta de la espada.
– ¿Cómo pudiste? –le reproché.
El se dejó caer de rodillas en el pavimento.
– Lo siento mucho. –fue lo que él dijo.
Temblé al acercarme hacia él, puse el filo de mi espada en el cuello de Jungkook. Él alzó su vista y nuestras miradas se encontraron, mis manos temblaron todavía más.
– Por Dios ______, hazlo. –me imploró–. Mátame por favor, eso es lo que he deseado todo el tiempo.
La sangre se me subió al rostro empapado con lágrimas y sangre salpicada. Nuevamente tenia a un demonio bajo mi dominio, debía matarlo al igual que lo había hecho con todos los demás. Tal vez mi rabia me permitiría hacerlo, tal vez toda esa furia dentro de mí acabaría por enloquecerme y así podría matar a Jungkook.
– No llores. –me pidió–. Solo acaba con mi vida.
Mis débiles manos se tambalearon.
– No puedo. –sollocé casi sin poder hablar.
– Te amo. –admitió.
Fui tan débil, al solo escucharlo decir aquello me derrumbé, dejé caer el arma, me arrodillé frente a Jungkook y lo tomé del rostro.
Me besó. Finalmente sentí sus labios rozando los míos, había estado tanto tiempo esperando por eso, tanto tiempo anhelando sus caricias.
Me aferré a su cuerpo, enterré mis dedos en sus bíceps. Nos besamos con ternura y desesperación ahogada, yo continué derramando lágrimas al mismo tiempo que sus besos me recordaban el sabor de sus labios, jamás había probado labios más suculentos que aquellos, jamás iba a olvidar la profundidad de sus besos y la suavidad de sus labios.
Esos labios fueron abriendo mi boca con deseo, me deleité acariciando su paladar con la lengua y mordiendo su labio inferior delicadamente.
– ¿Qué estás haciendo?, él es un demonio. –increpó Uriel.
Por mucho tiempo me sentí desorientada. ¿Que debíamos hacer? Jungkook y yo no queríamos batallar contra el bien o el mal, lo único que yo quería era tenerlo a él, lo único que queríamos era amarnos y nada más.
Con la ayuda de Jungkook me puse de pie junto a él, un grupo de diabólicos demonios estaba ayudando a Hyo a levantarse, acababa de despertar y se estaba recomponiendo.
– ¡Vamos, corre _______, sígueme! –exclamó mi amado hombre.
Me tomó de la mano y corrimos entre las oscuras calles de la ciudad de gyeryongsan, iría con él hasta al fin del mundo. Nos adentramos entre calles y avenidas, nos venían siguiendo una numerosa cantidad de ángeles y también demonios, cuando estaba casi sin aliento Jungkook encontró una motocicleta estacionada, me tomó de la cintura y me subió en la moto, también se subió él adelante de mí.
– Agárrate fuerte de mí. –dijo, agarró mis brazos haciendo que lo rodee con ellos por la cintura.
Ya estaban a punto de alcanzarnos y Jungkook luchaba para que el vehículo se encendiera, escuchamos el aleteo de las alas de los ángeles cada vez más cercano. Utilizando un inexplicable método Jungkook logró encender la motocicleta, no parecía un experto en eso pero supe que al menos algo de experiencia debía de tener.
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Enamorada de un demonio ( Jungkook y tu) Editada
Fanfic¿Cómo puedo ser yo la que tenga que salvar al mundo de los demonios? Me eh vuelto adicta a uno de ellos, tan solo soy una chica normal, sin ningún tipo de poder, tímida y con muy poca seguridad de si misma, solo soy (TN) la que se enamoró de la pers...