XVIII. DEMASIADO BUENO.

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Es posible que jamás haya estado tan en sintonía con la vida

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Es posible que jamás haya estado tan en sintonía con la vida.

Le sonrío a las personas cuando las rebaso, incluso al conserje.

Taehyung besa a Claire en los casilleros. Los saludo un tanto incómodo.

—Hey, Jungoo, ¿qué te pasó? Te ves como si de regalo de navidad te hubieran regalado el mejor polvo de la historia.

Pero no fue así, aunque se acercaba tanto.
Yoongi y yo pasamos el mejor cumpleaños: desayunamos, lo besé, escuchamos música, volví a besarlo... hasta que llegó su tía junto a los mellizos, y con ellos: Zach.

Por supuesto, olvidaron su cumpleaños. Así que salieron por un pastel y algo de beber, aunque Yoongi no disfrutara ninguna de esas cosas y prefiera quedarse acariciándome la espalda, mientras le deposito pequeños besos.

—Para nada—no le brindo importancia. ¡Ojalá Taehyung fuera de confianza!

Él ríe.
—Voy a descargar la culebra, ¿la cuidas por mí?—besa a Claire y palmea mi hombro antes de perderse en el pasillo.

Claire se cruza de brazos, inquieta.
—Jungkook, yo... ¿Te lo conté, no es así?—juega con su pulsera—. Mira, estaba ebria: no sabía lo que decía.

—Dijiste que mi hermano se la chupó a un atleta—digo secamente.

Se tira del cabello.
—Dios, ni me lo repitas. ¡Eso nunca pasó, te mentí!

—¿Por qué intentas encubrirlo? Si lo que dices es cierto, es un verdadero idiota.

—No tienes idea de lo que hablas, Jungkook.

—Entonces déjame saber.

—No, y aquí se acabó, ¿oíste? No te contaré de él, ni de Alex, ni de nadie.

Alzo una ceja.
—¿Alex?

Estoy seguro de que se está dando una cachetada mental.

—¡Dios mío, ¿por qué no puedo callarme?!

Veo a Taehyung acercándose.

Pregunra de qué hablamos mientras la abraza por detrás.

Ella sonríe, inquieta.

—Sobre nada—mantiene los ojos pegados a los míos, como si se tratase de una advertencia. Él le susurra algo al oído y ella traga en seco—. Sí. Vamos, cariño, el gimnasio está vacío a esta hora.

Taehyung me palmea fuerte en la espalda y caminan rápido. Supongo que tendrán tanto sexo sea posible hasta la hora del partido de fútbol. Realmente no es algo que me concierne, como el tema de la felación en el vestuario. Quiero pensar que el tema tiene algo qué ver conmigo, aunque sea un poco, porque de esa manera me será más fácil aclarar todo. Tal vez Gong es... como yo, pero de los que no se animan a asumirlo, parecido a mí hace no mucho tiempo atrás. Me gusta pensar que podría serle de ayuda, y al mismo tiempo, él a mí.
Sin embargo, hay una parte de mí que no quiere creerlo. Siempre supuse que mi hermano terminaría teniendo una gran familia, con una gran casa y una gran vista al lago. Que sería de verdad feliz con lo que tendría. Jamás lo idealicé de otra manera.
Y la otra parte de mí quiere aferrarse a las palabras de una Claire ebria, abrazada al retrete de su novio con el que está teniendo sexo ahora mismo.

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