Soy Mate de ¡¡UNA LOBA ALFA!!

CAPÍTULO 3 - "¡¡MATE!!"

Mara

Seguí el aroma de mi mate como si de un perro rastreador se tratase, aunque realmente era una loba y hacía parte de la familia canina y...joder me estoy volviendo loca, ese delicioso olor es tan embriagante que me hace perder la cabeza...

- joder Mara, podrías dejar de pensar en estupideces ¡Y CONCENTRARTE YA! - me reprende Lía con molestia e impaciencia.

- Eso hago boba...- le digo molesta, porque es cierto, gracias a ese delicioso olor a fresas con vainilla y chocolate voy directo a mí ¡mate!.

Corro todo lo que mis largas piernas me permiten, al cabo de un minuto llego a la parte trasera y menos transcurrida del instituto y al voltear la esquina me paralizo por la escena con la que me encuentro. Voy a matarles. Pienso con tanta furia que tiemblo.
- Vamos querrás decir - me susurra Lía con tanto odio que hasta siento escalofríos y Sonrío. Pobres bastardos.

Voy directo donde se encuentran tres estúpidos humanos de pie, dándole patadas a un cuerpo inmóvil en la tierra. Y adivina de quien es...¡MI MATE!. Esos pedazos de mierda le están dando una paliza a mi chico, pero ya verán la golpiza que les daré por meterse con lo que es mío. Aprovechados de mierda.

Toco el hombro del más alto que parece ser el "líder" del grupo. El muy bastardo está partiéndose de risa mientras golpea el cuerpo de mi mate. En el momento que se gira para mirar quien le tocó, le propino un puñetazo en toda su estúpida cara y escucho cómo se le rompe el hueso de la nariz (creo que necesitará una cirugía plástica para implantarse una nueva) y el impacto lo hace caer a dos metros lejos de mí totalmente desmayado. Ojala y muera.
- Blandengue - bufa Lía con sorna.

Al segundo idiota lo tomo del cuello de su camisa, lo atraigo hacia mí y recibo con mi rodilla sus "partes", mientras se dobla del dolor con una perfecta "O" en su boca, lo empujo haciéndolo caer de culo mientras aún se agarra su "cosa". Asco.

El tercero sale corriendo valientemente. Nótese el sarcasmo. Y yo en un parpadeo lo intercepto, lo derribo y le doy patadas con mis botas militares con furia. Una suave brisa trae un delicioso aroma recordándome que mi mate está herido.

Corro hasta donde estaba, pero el ya no se encuentra en el suelo si no de pie cerca a la pared de aquel edificio. Me posee el deseo de reclamarlo como mío, así que lo acorralo contra la pared, lo miro a los ojos y grito como posesa:

- ¡MÍO! ¡SOLO MÍO! ¡MI MATE!

- ¡Nuestro! - grita Lía llena de felicidad, riendo entre llanto...guau primer vez que Lía llora de alegría, siempre llora de tristeza y soledad.

- ¿Q-que? - pregunta aturdido mi mate, mientras yo hundo mi cara en su perfecto cuello y aspiro su rico olor. Aún no le he visto físicamente, pero sé que me gustará, solo lo sé...