CAPÍTULO 30 - "dilo...di Por favor"

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Lía (loba de Mara)

- jum... eres el rey alfa pero veremos quien manda en la cama lobito -. Después de decirle esas retadoras palabras, me acerco, lo agarro de la nuca mientras me pongo de puntillas y lo atraigo hacia mi boca para besarlo apasionadamente introduciendo mi lengua sin pedir permiso y de forma dominante saboreandolo y a la vez tentandolo, él no tarda en corresponder mi salvaje y devorador beso para intentar tomar el control comenzando  una batalla de lenguas, pero como toda una experta en engañar capturo suavemente con mis dientes su apetitoso labio inferior y lo jalo mientras lo chupo al mismo tiempo para luego soltarlo y pasar mi lengua por este que está enrojecido e hinchado (como a mí me encanta) provocando así un potente gruñido en él con mi simple pero erótico gesto.

Me separo lentamente de él y le sonrío maliciosamente al ver que logré provocarlo y más que eso domarlo con ese simple beso sin que se de cuenta (¡ja! Puede ser el rey alfa pero yo soy su alfa en la cama) Me doy la vuelta y me voy meneando las caderas de forma tentadora y sensual dejándolo ahí con la boca abierta y ganas de más mientras me dirijo hacia una roca que está cerca del arroyo en busca de una manta que guardo aquí para cuando quiero un poco de privacidad (o mejor dicho dormir al aire libre cuando tengo el control) y en este momento la necesito más que nunca.

Es cierto que soy de naturaleza y espíritu salvaje pero por nada del mundo pienso poner mi lindo, sexy y desnudo trasero sobre el pasto mientras mi mate me marca y posee ¡ni loca que estuviera! que tal y haya insectos u hormigas y piquen mi delicada y hermosa piel ¡que cosa tan aterradora! Y más sabiendo que soy alérgica a las hormigas. Sí lo sé, ridículo que yo siendo una "mujer loba" tenga alergia a tan insignificantes insectos pero es mi triste y vergonzosa verdad (aunque nadie lo sabe, ni lo sabrá).

Saco la manta que está bajo el hueco de una roca mediana y en el proceso alzo bien alto mi trasero mientras bajo solo la mitad del cuerpo sin doblar mis rodillas dándole una gran vista de mi culo, lentamente me enderezo para luego regresar con paso lento y moviendome de manera sensual mostrando una sonrisa seductora.

Al ya estar frente a él, coloco la manta que aún sigue en mi mano en su pecho esperando la tome para que haga los honores de estirarla en el suelo para mí (mostrando así de forma sutil que yo soy su alfa) por su mirada sé entiende mi doble intención pero de todos modos la toma y la tiende, aunque logro ver en sus ojos una promesa de venganza (ya veremos si puede). Voy a divertirme mucho explorando al nuevo miembro de esta relación, que por cierto aún no sé su nombre.

Después de hacer su trabajo, me toma de la cintura y atrae hacia su cuerpo, puedo sentir cada parte dura y tibia de él, mayormente su duro y a la vez terso miembro que da justo en mi bajo vientre, no evito mover mi cadera para hacer fricción, jadea y baja sus manos a mi culo, aprieta mis glúteos apegándo más nuestros cuerpos, si eso es posible. Busca mis labios y me  besa de forma salvaje y posesiva, explorando con su boca la mía haciéndome deshacer en sus brazos entregándole por completo el control pero solo por un momento ya que luego me separo de su boca y cuerpo.

- acuéstate lobito.

- la que debería acostarse eres tú copo, ya que seré yo quien debe estar sobre ti.

- lo siento lobito pero he decidido que por ahora seré yo quien esté sobre ti y tú sobre la manta. Así que hazlo ya -. La última frase la digo con mi voz de alfa y no me pasa desapercibido que su delicioso pene se endurece más ante mi orden. Sonrío triunfante al saber que le encanta recibir órdenes y me alegra saberlo ya que a mí me fascina darlas.

Mi lobito se sienta sobre la manta como se lo ordené y el muy descarado reposa parte de su peso en su mano izquierda mientras con la otra toma su palpitante pene y se masturba suavemente, por mi parte solo puedo observar fascinada cada movimiento. Veo como después de unos cuantos movimientos sobre su miembro lo aprieta desde la base hacia arriba lentamente y en el momento que llega a la cabeza sale un par de gotas de líquido transparente, es decir, presemen, de manera inconsciente me lamo los labios deseando ser yo quien lo haga. De inmediato siento cómo mi vagina se humedece más y mis pezones se endurecen de manera automática.

Soy Mate de ¡¡UNA LOBA ALFA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora