CAPÍTULO 28 - Iniciación

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Juanse

Hoy es el "gran día" en el cual dejaré de ser un simple y mortal humano para convertirme en algo que desconozco o mejor dicho todos desconocen. Decir que estoy que "me hago en los pantalones del miedo" como diría Mara es poco. Los nervios me carcomen y ya ni tengo uñas de tanto morderlas, además creo haber hecho un talado por donde he estado caminando en círculos desde hace horas.

En el momento que abrí mis ojos comencé a sentirme mal, mi cuerpo me duele mucho como si cada músculo y hueso estuvieran siendo golpeados pero aun así logro resistirlo, mi interior arde y quema pero en el exterior siento que me congelo del frío. Física y mentalmente me encuentro muy agotado y adolorido.

Estoy en el bosque cerca de casa porque el ruido y la presencia de tantas personas me hace dar ganas de partirles la cara para que se larguen y dejen mi existencia en paz. Solo falta media hora para la dichosa "iniciación" (que ya sabía habría hoy aunque Mara creyera que no). Me he fugado de la mansión prácticamente todo el día porque con todo ese ruido siento me va a estallar la cabeza o tan solo un pequeño roce sobre mi piel duele. Mis sentidos están tan sensibles que me siento abrumado y perdido, es horrible, he estado a punto de ponerme a llorar por la impotencia de no saber lo que me sucede o que será de mí en media hora. Pido a Dios y todos los santos existentes me ayuden.

No he podido hablar con Mara desde esta mañana y la última conversación no fue de las mejores ya que peleamos como nunca antes lo habíamos hecho, me duele y odio esta sensación de vacío sin ella aquí en este momento, pero no es mi culpa, al menos no esta vez. Todo empezó por su insistencia de celebrar mis cumpleaños con pastel, regalos y "amigos" cuando yo solo quería refugiarme en algún agujero para dejar de oír y sentir tanto estrés y dolor, le dije que no dándole solo la mitad de mis razones para declinar la dichosa celebración porque no quería preocuparla, pero al parecer fue una mala idea ya que se lo tomó a mal y se sintió rechazada por mí.

Mara es muy sensible a todo lo que tenga que ver con nuestra relación y lo volví a confirmar hoy cuando se echó a llorar por algo tan tonto como el no querer celebrar este día que a mi parecer no tiene nada en especial.

- con que aquí estabas. - suspiro un poco culpable.

- Es el único lugar donde puedo descansar de todo ese alboroto que altera mis sentidos.

- lo sé y lo siento amor.

- no es tu culpa, yo también siento haberte hecho llorar y dejarte sola después de la discusión.

- tranquilo, me lo merecía. - hace una pausa en la que levanta su mirada directo a la mía por unos segundos y luego la aparta -. Después que te fueras me encontré al decrépito y me explicó que estas pasando un momento doloroso, además de agobiante, quise buscarte pero el viejo me detuvo diciéndome que necesitabas tiempo a solas y aunque la culpa carcomía mi alma le hice caso, al menos por esta vez. ¡que ni se acostumbre ese intento de hechicero a que le obedezca porque no lo haré!

Me río un poco al saber que esos dos nunca superarán la rivalidad de quién manda a quién pero a pesar de eso están unidos, aunque a regañadientes y solo por mí. Me alegra que intenten no matarse todo por verme feliz ya que los dos son muy importantes en mi vida de diferentes maneras; Mara es la mujer de mi vida, ella me protege, cuida, mima, es mi pilar y quien me ama y amo sin condiciones o barreras. Martín es lo más cercano a un padre, pero él no es el típico papá comprensivo y amoroso, al contrario casi nunca sonríe y cuando lo hace es por alguna maldad hecha por él, habla lo necesario, no respeta (se cree superior) y lo es. Su expresión seria y enojada casi nunca cambia y jamás me trata distinto a "mocoso" pero a pesar de todo él me enseñó cosas importantes en mi vida como a ser determinado, persistente, paciente y valiente ante todo el caos que era mi vida. Además me entrenó en varios ámbitos y me enseñó leyendas y lenguas antiguas, es como si...como si ya supiera mi destino o mejor dicho parte de mi futuro y me preparó para eso. En pocas palabras ellos son el agua y el aceite, incompatibles entre ellos, pero una unión necesaria en mi existencia.

Soy Mate de ¡¡UNA LOBA ALFA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora