CAPÍTULO 42 - "Dos razones"

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Juanse

Tres días.

Ya han pasado tres días sin saber de Mara, muchas horas buscándola por doquier y nada. Martín llegó diciendo que no solo está en manos de Efraín sino también de Isaías y los dos están desaparecidos junto con mi novia. Ellos la tienen pero aún no sabemos dónde y eso me va consumiendo dolorosamente desde que se la llevaron.

No puedo evitar pensar y recordar todos mis momentos vividos al lado de Mara en estos pocos meses, ella llegó a salvarme de los demonios que me atormentaban en el pasado y a liberar mi corazón de esas cadenas que no me permitían amar e intentar ser amado. Ahora además de darme su confianza y cariño me dará unos hermosos hijos, no puedo creerlo aún, ni aceptar del todo que tengo semejante mujer a mi lado y pronto unos tiernos bebés. "Míos", sonrío orgulloso y arrogante al saber que soy el hombre más afortunado en la vida al tener una hermosa familia; Mara, mis bebés, Martín y ahora mis hermanos junto a la manada tanto mía como de mi mate.

Detengo mi andar y pensamientos cuando llego al límite del bosque, me oculto detrás de un árbol, tomo una respiración profunda relajando mis músculos, preparándome para hacer la siguiente visita. No evito formar una sonrisa llena de maldad y malicia al saber que me voy a divertir un rato. "cuanto disfrutaré de esto" es mi último pensamiento antes de transportarme al castillo del rey chupa sangre.

(...)

- ¡sorpresa! - le susurro en su oído con voz siniestra desde su espalda y sin permitirle reaccionar o tan siquiera gritar lo tomo de sus brazos y en segundos estamos de nuevo en el bosque donde me encontraba antes de llegar al castillo. Lo libero y me alejo rápidamente de él por si acaso y se enoja.

- ¡maldito hijo de tu madre! A la próxima te arranco la lengua y se la doy a mi mascota para no volver a escuchar tu estúpida voz de mier... - él sigue despotricando, maldiciendo y describiendo las miles formas de tortura que me hará a la próxima mientras yo me parto de la risa al verlo tan alterado, asustado y enojado.

- no te rías pendejo que hablo muy enserio sarnoso de quinta. - gruñe más enojado a causa de mi risa escandalosa.

Al procesar bien sus palabras y llegar a entender la palabra "sarnoso" y "de quinta" la risa se me fue borrando lentamente hasta dejarme completamente serio por su insulto. Es entonces cuando sus ojos brillan y sonríe satisfecho mientras se sacude una pelusa imaginaria de su impecable camisa con altanería.

- ahora sí mi querido pulgoso qué necesitas de este piadoso, soberano y sensual rey. - su voz y postura destila tanta arrogancia que si fuera ácido ya hubiera quemado hasta mis huesos.

Todo mi buen humor se va por la borda en segundos reemplazando por la angustia y el dolor que me ha acompañado todos estos días. Al ver mi cambio Jack deja su show y me ve un poco preocupado (acción que me asombra viniendo de él).

- wow pulgoso se te ve de la mierda. - nunca falta sus insultos - ¿qué te ha pasado? ¿por qué me has traído aquí?

Tomo varias respiraciones bien profundas para evitar derrumbarme frente a él mientras le digo lo que me sucede y agallas para pedir su ayuda.

- h-han secuestrado a mi mate y...y necesito de ti. - digo quedo mientras mi garganta se aprieta dolorosamente a causa de mis intentos por detener el llanto. Ya perdí mi dignidad al venirle a rogar por ayuda no llegaré a llorarle jamás ya que después hasta versos y coplas me sacará por mis lágrimas.

- bueno eso si es complicado ya que pues yo he, esto como te digo, voy a tu sabes...- al ver mi cara de "no entiendo ni un rábano" bufa molesto mientras blanquea los ojos y se remueve nervioso en el mismo lugar - yo seré papá y la verdad no creo conveniente dejar desprotegida a mi Tua ahora mismo. Lo siento pero...

Soy Mate de ¡¡UNA LOBA ALFA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora