CAPÍTULO 43 - "Ahora sí estoy perdida"

2K 103 16
                                    

Martín

Duré tantos siglos junto a mi hermano por dos razones; primera, con la pequña esperanza de encontrar al menos un poco de bondad en él, esperando por décadas un pequeño cambio o que algún día decidiera hacer un poco de bien pero hoy comprendo que ya no hay nada para rescatar en su podrido y destruido corazón como su oscura alma. La segunda, para intentar proteger lo más posible a todos los que se encuentran bajo su mando incluyendo a mi hermosa hija con quien fallé y ahora mi nieto. Todo lo que haga hoy será por él, la insolente alfa y mis bisnietos.

Salgo de mis pensamientos cuando veo a Isaías salir junto a Efraín del lugar rumbo vaya a saberse dónde. Llevo dos días buscándolo con la ayuda de mis poderes y hace cinco horas hallé este lugar. No lo encontré gracias a mi poder de brujo como quisiera pensar sino porque el idiota que se supone era el cuñado de mi hija salió sin protección y lo alcancé a sentir por lo tanto lo seguí de lejos, así que aquí estoy; en su guarida.

Después de esperar que pasaran unos veinte minutos salgo de mi escondite y cautelosamente me acerco hacia la cabaña destrozada. No sé si habrán guardias por lo tanto debo ser cuidadoso antes de entrar ya que no deseo invoquen a Isaías antes de lograr mi objetivo. Cuidadosamente entro por la parte trasera activando mi pode de rastreo y efectivamente hay dos brujos en este lugar uno al frente y otro en lo que parece ser el sótano ya que su presencia está debajo mío.

Antes de tan siquiera intentar ocultarme con magia el primero se mueve directo a mí (debí hacerlo antes de entrar ya que lo pienso, me dan ganas de golpearme por mi brutalidad), así que intento invocar mis redes pero tampoco funsionan, eso solo significa una cosa, Martín hechizó este lugar de tal manera que ningún poder de brujo funcione a parte del de rastreo (ya sabrán porqué), por lo tanto recurro a mi única opción; el látigo de dos metros que siempre traigo conmigo, el cual tiene una cuchilla en su punta junto a púas llenas de veneno para paralizar a los enemigos por unos cuantos segundos y poder actuar rápidamente.

Sin darme tiempo a nada llega y al verlo instintivamente retrocedo dos pasos. Mide dos metros, su cuerpo es puro músculos por donde lo veas, sus facciones son neutras, sin emociones y sus ojos...sus ojos son totalmente blancos (lo cual indica Isaías lo tiene totalmente controlado, eso quiere decir que viene dispuesto a matar o morir, ese pobre hombre no tiene otra opción y nadie puede retirar ese hechizo a parte del mismísimo y único creador hasta ahora conocido, es por eso que Isaías ha gobernado por tantos siglos y a tantas criaturas. Es doloroso estar bajo ese poder, lo sé por experiencia propia ya que estuve bajo este por mucho tiempo sin tener el control de mi cuerpo o mente pero aún así consiente de lo que estaba haciendo y sin poder evitarlo. Hice mucho daño a personas inocentes y eso me persigue en todos mis sueños-pesadillas).

En su mano derecha tiene el hacha más grande y ordinaria que le he visto portar a un hombre con un filo capaz de cortar cualquier cosa. Mentiría si digo que no estoy asustado hasta la mierda ya que para mi desgracia soy un viejo y pequeño brujo comparado con ese mutante. En segundos lo tengo frente a mí con su hacha a mitad de camino con el pleno objetivo de rebanar mi cabeza pero como soy mucho más pequeño logro esquivar el filo, aunque no diría lo mismo de mi linda y larga barba porque se llevó la mitad de esta en nanosegundos, para siempre.

Rápidamente me apodero de su tobillo con mi látigo y tiro fuertemente haciéndole perder el equilibrio pero no caer (y eso que puse toda mi fuerza en ello, él es de hierro). Como no cae me lanzo con todas mis fuerzas sobre su cuerpo, llevándolo por delante y al fin haciendo que caiga sobre las deterioradas tablas del suelo tras pasándolas por el fuerte impacto, caemos directamente en las escaleras de lo que supongo es el sótano, no evito estremecerme al ver que su rostro no muestra ni una sola mueca de dolor mientras yo no dejo de arrugar mi cara y eso que el golpe lo ha amortiguado él. Me levanto lo más rápido que un viejo como yo puede alejándome todo lo posible de su mortal arma.

Soy Mate de ¡¡UNA LOBA ALFA!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora