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[KSW]

Por fin era mi día de descanso y pensaba estar todo el día en casa, durmiendo junto a Eric y tratar de socializar más con el Beta que ahora vivía con nosotros.

Aún me sentía culpable por lo que le ocurrió, aunque no fui yo quien le hizo los rasguños, algo hacía que me sintiera así.

Me levanté como pude, ya me había acostumbrado a hacer todo con un brazo, inclusive bañarme e internamente le agradecía al beta el haberle hecho caso a su loco hermano para que me ayudara, si no fuera por eso quizá ahorita estaría cocinando con los pies literalmente hablando.

Me giré para despertar a Eric y me di cuenta que no estaba, ¿a qué hora se levantó este niño?; salí del cuarto y no escuché ningún ruido. Se me hizo muy extraño que todo estuviera tan callado.

Me fije en la cocina, en el baño, en la sala inclusive en la azotea y YoungJae no estaba.
Solo me quedaba un lugar por revisar.

Toqué la puerta un par de veces, sin embargo todo seguía en silencio, repetí la acción y al no obtener respuesta alguna entré encontrándome con Haknyeon prácticamente perdido en sus sueños.

Desde que él llegó no había entrado para nada a la habitación, así que me sorprendí al ver que estaba ordenada ya que haciendo memoria algunas veces era un desastre de juguetes y calcetines este lugar.

Seguí observando hasta que mi vista se posó en el tamal gigante -porque parece un tamal de tan envuelto- que ahora dormía, y del pikachu que estaba siendo abrazado por el tierno tamal.

«Un segundo, ¿dije tierno?»

Sacudí mi cabeza quitando cualquier clase de pensamiento que no fuera el de encontrar a mi hijo. Me acerqué al chico e intente sentarme a un lado para después moverlo un poco.

-Haknyeon... Haknyeon.

Un sonido parecido al mugido de una vaca provino de él al medio abrir los ojos.

-¿No crees que es... -bostezo-... un poco... -bostezo-...temprano para despertarme?

-Uh, bueno quizá si temprano te refieres a las once pe... -no me di cuenta el momento en el que se alteró hasta que sentí su mano en mi cara, obviamente me golpeó al estirarse.

-¡Qué! ¡Las once! -volvió a estirar sus brazos y está vez traté de que no me golpeara-. ¡Mierda debemos ir con SeokJin a las dos! -efectivamente, se alteró mientras a mi me dolía la nariz.

-Hey, no te pases Haknyeon, primero el brazo y ahora la nariz.

-Uy, perdón no me di cuenta -rió, ¿qué es tan gracioso?-. Perdona, es que tu cara me da risa.

«No soy un jodido payaso» me abstuve de decir eso y negué con la cabeza ante su comentario.

-¿Has visto a Eric?

-¿Huh? -me dijo sorprendido-. Estaba contigo no con... ¿¡Ya lo perdiste!? -de momento gritó haciendo que me asustara.

-N-no -aclaré mi garganta-. No lo perdí, solo no sé dónde está.

-Eso es perderlo animal -suspiró y pasó su mano por el cabello-. Enserio no encuentras a tu hijo en tu propia casa, esto debería estar en el programa de Silvia Pinal.

El Chico de los Puercos [SunHak;The Boyz] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora